Descripción de la Exposición Ando en busca de una imagen, una y otra vez la persigo, una y otra vez se me escapa. Lo que busco es la imagen perfecta, el cuadro soñado. No tengo ningún razonamiento claro cuando empiezo una obra. Lo mío es más un acto físico, gimnástico, una fuerza que se descarga, una pasión que me mueve. No me importa en absoluto la idea, o lo que los cuadros representen. Yo soy el primer sorprendido cuando aparece una historia, que la hay, que me salen. Pero están sacadas de un profundo diálogo con la obra. A mí lo que más me interesa es esa comunicación con el cuadro, que de alguna forma me va diciendo por donde tirar. Es algo parecido a ese 'yo no busco? encuentro' de Picasso. Es una cuestión de saber ver, de observar, de estar abierto, receptivo. Hasta que llega el momento en el que el cuadro queda mudo. Y abandonas y te retiras. Y el cuadro pasa a tener una vida y una identidad propia, ajena a mí. Por eso no creo en un arte que venga con manual de instrucciones, la obra de arte, para bien o para mal se debe defender por si misma. Esta forma de pintar me permite algo esencial, que es la libertad. Libertad para pintar lo que me de la gana. Sin estar subyugado por la tiranía de un estilo. No creo en los arquetipos. Y no me da miedo que mi obra sea pendular. Al final los cuadros no son más que investigación: cada cuadro te aporta una experiencia, te da unas pautas, unas coordenadas. Y aunque la forma externa del cuadro cambie, esas coordenadas están ahí, formando una estructura interna, y dotando a la obra (si es vista en conjunto) de una coherencia. En fin, ya lo dije ando en busca.