Descripción de la Exposición
Esta exposición es ante todo filosófica, nos adentra en las entrañas y en los pliegues de nuestro entendimiento sobre la vida y viene a descomponer en pedazos y fragmentos los bloques tanto de la enfermedad como del dolor. Ambos, enfermedad y dolor, se trabajan en sus diferentes versiones física y psicológica porque, no por menos material resulta menos real o menor ninguna de las dos cuestiones, más bien al contrario. Y es en el uso del pincel y del lápiz donde Sanz de la Fuente nos adentra en las capas, tejidos, articulaciones y muñones de nuestra existencia material y espiritual y nos confronta con su realidad y con su manera de aprehenderla.
Sanz de la Fuente en sus comienzos, como lo son las obras de las que hablamos, aborda, expone y desmembra temas totalmente adultos y maduros que impresionan, inquietan, angustian y ponen en cuestión los fundamentos de la vida superficial y rápida que nos ha tocado vivir (si nos dejamos). El artista cuestiona no solo la superficialidad de lo estético y de lo perfecto, si no los fundamentos de los comienzos vitales tanto de antes como de ahora en un dialogo totalmente actual entre yo y yo, entre tú y tú y entre tú y yo, como un nosotros que no existe.
En esta selección, presentamos 24 obras, 20 de ellas inéditas, datadas en los años 76 al 81, donde el artista apenas contaba con 24 a 29 años pero donde se anticipan reflexiones duras y maduras a cerca de la realidad que nos toca a todos y cada uno de nosotros en el momento de acercarnos al dolor, a la enfermedad y a la muerte propia o cercana aunque muchas veces vivamos como ajena.
De esta manera, confirmando este sentimiento de atracción hacia una obra HECHA, Alfonso Salgado escribía en el Diario de Burgos del 15 de junio de 1978, a propósito de una exposición suya en la Galería Mainel de Burgos, lo siguiente:
¿Cómo pinta Sanz de la Fuente? Pues pinta arrancando un sentimiento que roza una insólita concepción de la vida, rarísima a sus años y que se mete sin contemplaciones por los difíciles vericuetos de un arte que otros consiguen solo cuando ya las vivencias los han vencido del lado de ese aspecto que muchas veces no sabemos si no será más filosófico que plástico.
Desde el punto de vista técnico vemos que es una ejecución precisa, limpia, sin titubeos, incluso diría que es más bien tajante y dura pero con una sensibilidad particular y única que es capaz de mostrar esa abstracción perfecta de formas orgánicas, sacando de la realidad y del contexto las formas para aislarlas en sí mismas y para traerlas a un mundo personal sin fondo y sin contexto. Y así también lo refleja Poo San Román en un artículo publicado el 21 de febrero de 1980 en el Diario Montañés con motivo de una exposición en la Galería Simancas de Santander, donde apunta:
Haciendo gala de un claro dominio del dibujo, el artista va presentando abstracciones trabajadas con sumo cuidado, con mimo incluso, hasta conseguir esta especie de cuerpos mutilados, de vísceras latentes, de muñones vendados, de otras formas, de otros aspectos solados y trasladados así al lienzo, mientras un colorido tenue, muy contenido, sirve de contrapunto a la perfección para configurar el conjunto armónico de todas y cada una de las interesantes obras expuestas.
Y de una abstracción por descontextualización a una figuración por evidencia, en palabras del propio artista “así somos los humanos: profundamente contradictorios”. Y es de esta contradicción de donde nace la excelencia, lo sublime y lo personal, es en esta contradicción con la que llegamos a la abstracción por desfiguración así lo describe en una crítica en el Norte de Castilla el 11 de abril de 1978 el crítico Antonio Corral Castanedo:
En estas desfiguraciones que van a empezar a sangrar o a descomponerse, en estos cuerpos mutilados a los que patina el espíritu que en torno a ellos flota y que alguien les ha arrebatado, en estos despojos de un accidente o paisaje partido, en estos paisajes sonámbulos diseñados con los restos seleccionados y purificados de un cuerpo roto
Y de la abstracción, la figuración por evidencia y la desfiguración llegamos sin darnos cuenta pero sin remedio, a lo que no es menos verdad que lo anterior: el “realismo simbólico” puesto en evidencia en una crítica del poeta y crítico de arte Antonio Gamoneda publicada el 18 de marzo de 1980:
Las formas puestas en valor por Sanz de la Fuente no son realistas en sentido completo, literal y configurativo, pero sí lo son, y con gran intensidad, en la medida que suponen presencia (fragmentaria, ciertamente) de un mundo orgánico, evidentemente carnal, con una disposición y en una situación que significan sufrimiento, opresión, violencia soportada por una naturaleza viva. Como metáfora relativa a las condiciones de la existencia, la representación no puede ser más directa, es decir, más realista. […]- estas formas, comportan, casi constantemente, formaciones orgánicas, alusiones a la mutilación o a la incompleción de la corporeidad de seres ¿De seres humanos? Esta concreción, quizá por su obviedad, me parece innecesaria. En todo caso se trata de seres capaces de sufrimiento.
Todas estas realidades, mundos y universos personales que nos presenta Antonio Sanz de la Fuente en una selección de 24 obras escogidas para que podamos disfrutar con ellas y de ellas en el sentido más metafísico del término entre el 23 de marzo al 24 de abril de 2023 en la Galería Modus Operandi de Madrid.
Maria Sanz Nieto
Exposición. 13 dic de 2024 - 04 may de 2025 / CAAC - Centro Andaluz de Arte Contemporáneo / Sevilla, España
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España