Descripción de la Exposición Qué extraña emoción debe ser pisar la tierra- mapu, junto con toda la gente- che convocada por una mujer chamán. Toda la comunidad unida por el bien de toda la comunidad, todos invocando a un Dios, un 'rey de los cielos' que finalmente y apiadado por la fe de su pueblo 'remonta los vientos para otra región'. Recorriendo la obra de Anahí Cáceres uno se pregunta si detrás de toda esa variedad de ramas y papeles, performances y tecnología, no se resguarda una sola intención, la de evocar (recuperar sería una quimera) aquella situación comunitaria, mágica y ritual, de unir el cielo con la tierra y los hombres con los dioses. Sigue diciendo la Violeta: 'abajo la tribu al son del kultrún le ofrece del trigo su primer almud', y uno se pregunta cuál es el ritmo y cuál es el instrumento que hace danzar a nuestra sociedad contemporánea, y cuál es el agradecimiento que damos por los dones recibidos. Anahí fue una pionera exploradora de la web, quizá como una sospecha de que ese nuevo instrumento inmaterial fuera a unir como una telaraña a todos los seres humanos. No tardó en decepcionarse cuando comprobó que la unión de las llamadas redes sociales era puramente profana. ¿Qué se hizo de aquel carácter sagrado del guillatún? Una y otra vez Anahí buscó en sus acciones, en sus instalaciones, en sus clases, en sus objetos, en sus proyectos cibernéticos y otros tantos la re-unión aquella del arriba y el abajo -el eje vertical de la cruz del kultrún- y la de todos los seres humanos -el eje horizontal del tambor-. La machi es la mujer chamán, Anahí es pura fuerza femenina, es una voz que se pregunta una y otra vez qué fue de aquel amor de la tribu, de aquel amor por el campo y el sol, de aquella intensidad del Cielo y la Tierra.
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España