Descripción de la Exposición
Bordear los límites, recorrerlos, definirlos y superarlos, encontrar los intersticios y los puntos de quiebra, meter los dedos en las grietas y palpar las cavidades, apartar las ramas con las manos, hallar los claros del bosque y localizar las zonas de conflicto, procurar la experiencia y el desvelamiento desde la creación contemporánea. No se puede definir la belleza sin transgredirla, sin ir a (re)conocer aquellos lugares donde el propio concepto se vuelve complejo y en ocasiones salvaje, o como señala Amparo Sard en este proyecto, sin acudir a esos contextos donde la materia, casi viva, te comunica con lo siniestro a pesar de formar parte de lo bello. Unos espacios periféricos y fronterizos tan importantes como su núcleo esencial, como aquel video titulado Hauptpunkt (2013), donde la propia artista nos muestra como surgen algunas de las infinitas declinaciones que van completando las derivas de la estética.
Amparo Sard comienza su itinerario ubicándonos en una belleza que, si esa posibilidad existiera, podría parecer objetiva. Inicia su investigación desde un lugar reconocible para que ninguno de nosotros podamos perder nuestras propias referencias y, a partir de esa posición preliminar y privilegiada, extiende una red de caminos que van en busca de los diferentes ámbitos de la incertidumbre, de esas zonas de percepción poliédrica en las que las imágenes van perdiendo trascendencia, en las que las ideas se llenan de matices y de conexiones, mientras se va generando una cartografía que recorre los territorios de lo bello, lo sublime y lo perverso.
Desde el inicio de Luz. La sombra del tiempo podemos entrever algo inquietante y atractivo que subyace bajo aquella capa epidérmica en la que, a veces, la mirada y el entendimiento quedan atrapados por una belleza ensimismada, por una silueta pixelada y brillante de la realidad, provocada por la luz de las nuevas tecnologías, que no es más que el reflejo sobre un muro de cristal líquido de unas imágenes reproducidas hasta la náusea. Un mundo del que tan sólo conocemos el espejismo de unos conceptos completamente descontextualizados, una sombra que, pervertida por el interfaz, comparece sin su verdadera esencia en el seno de la caverna digital.
El misterio se va convirtiendo en revelación ante el sobrecogimiento que provoca lo sublime, ante aquello que nos atrae y que nos repele a partes iguales, ante el caos, la desmesura y lo inefable, ante lo inasible, lo insondable y lo incontrolable. El espectador predispuesto y sensible que recorra las salas de TEA, iniciará un viaje donde la belleza se irá definiendo por sus propios límites, por que la descripción esencial de un lugar y de una idea también surge de todo aquello que les rodea, de lo que entra en colisión y en simbiosis, de lo que se repele y de lo que se integra. Una propuesta donde la duda sobreviene conocimiento y experiencia, una exposición donde lo siniestro va dando forma y contenido a la belleza.
Fernando Gómez de la Cuesta
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España