Descripción de la Exposición Los placeres son un obstáculo a la deliberación racional. Mucho más, cuanto más atractivos sean. Así, en los placeres del sexo es imposible pensar en cualquier otra actividad mientras estamos absortos en ellos. ARISTOTELES, Ética Nicomachea No es normal encontrar a un economista presentando una exposición de pintura contemporánea. Se nos suele considerar personas grises y aburridas, dedicadas a realizar dudosos apuntes contables, estudios de marketing o a seleccionar carteras bursátiles, en el mejor de los casos. Cuando las cosas empeoran, nuestra falta de imaginación para resolver problemas económicos reales es alarmante. Dadas tantas limitaciones imaginativas, ¿Cómo un economista puede ser la inspiración de cualquier manifestación artística? Bueno, pues algunos los son, y mucho en la obra de Alejandra Corral. Su obra, dedicada al submundo de la prostitución femenina se inspira fundamentalmente en la obra de Richard Posner, Sex and Reason publicada en 1992. Aunque discutir sobre economía sea su hábitat natural, Posner no es economista de formación, sino juez en la Corte de Apelaciones de Chicago, profesor asociado en la Facultad de Derecho de la Universidad de Chicago y uno de los principales exponentes del movimiento relacionado con el análisis económico del derecho. Su bibliografía es inmensa - seguramente es el jurista más citado de todos los tiempos - y cuando uno asiste a alguna de sus conferencias, tiene la impresión de encontrarse con la versión adulta de aquel compañero de clase que se sentaba en la primera fila y que respondía sin titubear a todas las preguntas del maestro. Que Posner haya derivado su actividad intelectual hacia la aplicación de métodos propios de la economía en el razonamiento jurídico, con el objetivo de determinar que reglas legales son económicamente eficientes, y sugerir que leyes deberían ser promulgadas, no es producto del azar. La cercanía geográfica e intelectual de sus colegas economistas de la Universidad de Chicago ha sido clave para entender su orientación. En particular, Ronald Coase, George Stigler y Gary Becker (todos ellos premios Nobel) habían desarrollado los fundamentos microeconómicos teóricos de la conocida 'aproximación económica al comportamiento humano', que los nuevos representantes de la Escuela de Chicago como Steven Levitt han popularizado con sus exitosos Freakonomics. Puesto que el comportamiento humano es el resultado de un conjunto más amplio de valores y preferencias, la aproximación económica no supone que la motivación de los individuos venga exclusivamente determinada por el egoísmo o las ganancias esperadas. De hecho, la hipótesis de racionalidad económica solo es un método de análisis, no un supuesto sobre motivaciones particulares, que permite examinar el mundo de forma distinta. Es una forma de describir la toma de decisiones de forma racional para poder cambiarlas a medida que cambian las condiciones de nuestro entorno. El análisis de Posner en Sex and Reason parte de antecedentes históricos basados en dos hipótesis fundamentales: i) a lo largo de la historia ha sido más fácil ser hombre que mujer, y ii) todavía hoy, se paga un precio económico considerable por ser mujer. Si a estas premisas añadimos la existencia de un mercado laboral dominado mayoritariamente por mujeres, resulta relativamente sencillo elaborar un modelo económico de la prostitución. Desde tiempos inmemoriales, los hombres han demandado más sexo del que podían obtener de forma gratuita. Como consecuencia de ello, aparece una oferta de mujeres que, por el precio adecuado, están dispuestas a satisfacer dicha demanda. Frente a la opinión pública en contra de la 'esclavitud blanca', Posner plantea la cruda realidad de que esta profesión es escogida libremente. Desde esta perspectiva, la aproximación de Posner explica perfectamente el funcionamiento del mercado. Por ejemplo, como los salarios (igual que en cualquier mercado) vienen determinados por la oferta y la demanda, como la actuación punitiva de los gobiernos (al igual que en otros mercados ilícitos) prefiere castigar a los proveedores del servicio y no al consumidor del mismo. También encontramos referencias a la competencia, a la existencia de bienes 'sustitutivos', a la discriminación de precios o a la explicación de picos de demanda, e incluso referencias directas al problema de las 'externalidades'. El esfuerzo de Posner puede parecer quijotesco, ya que de acuerdo con la sentencia aristotélica que aparece en la introducción de su libro, la pasión sexual pertenece al dominio de lo irracional. Sin embargo, como en cualquier ámbito científico Posner pretende derivar hipótesis de la teoría y confrontarlas con datos reales; en un intento de explicar porqué los servicios ofrecidos por las prostitutas han cambiado a lo largo del tiempo, y han aparecido nuevas evidencias nada intuitivas sin explicación aparente. Como en toda obra de dimensiones tan vastas, la crítica ha sido feroz. Desde el punto de vista filosófico, sobre la base de unas prescripciones normativas insatisfactorias (neutralidad moral), ya que la economía normativa nunca puede sustituir a una teoría moral 'completa y justa'. Desde el punto de vista económico, la crítica se ha centrado en el intento de Posner de establecer relaciones causales entre variables económicas utilizando datos no experimentales que, además, están obsoletos. Aunque yo pueda estar de acuerdo con esta última, ello tiene poca relevancia para la obra de Alejandra Corral. Su inspiración artística no obedece a juicios morales ni completos ni justos; y mucho menos, a la coherencia de determinadas relaciones económicas causales. ¿Desde cuándo el arte ha estado condicionado por la realidad? En su obra que hoy presenta, no hay carga emocional, ni siquiera personal. Como la relación que podría existir entre el cliente de un banco y su cajero automático, se trata de una pura transacción comercial. Por eso, sus heroínas (como el cajero automático) no tienen cara, ni piel, ni distintos tonos pictóricos. Solo son bocetos de cuerpos desnudos no identificables. Sin embargo, en todos sus cuadros aparecen reflejados de forma nítida los costes y beneficios de la decisión racional de sus protagonistas. La mayor ventaja de trabajar solas es no tener que compartir sus ganancias con nadie más. Los costes asociados son también elevados: soledad, incomprensión y discriminación social, posibles arrestos y maltratos; y para muchas, la imposibilidad de encontrar una pareja estable que permita crear una familia o al menos, tener alguna salida alternativa cuando el atractivo físico mengüe. Las mujeres de Alejandra siempre están solas en la cama propia no compartida, al levantarse o mientras toman el café; y también frente al espejo intentando reconstruir con los polvos y el pintalabios sus rostros invisibles pero ajados. Siempre condenadas a vivir en espacios anónimos reducidos a la sombra de un farol que apenas luce. Tienen poco que ver con el glamour de Julia Roberts en Pretty Woman o incluso con la hilaridad de Shirley Maclaine en la inolvidable Irma la Dulce. Las heroínas de Alejandra se asemejan más a las call girls anónimas de aquel dramón que era Una casa no es un hogar donde es difícil reconocer el rostro de una jovencísima Raquel Welch. Curiosamente, el único rostro reconocible en los carteles de aquella película era el de Shelly Winters: la madame incapaz de mantener su amor cuando revela su profesión. Si observan con atención los cuadros, verán que la madame es el único rostro al que Alejandra también pone cara. Los caracteres que Alejandra retrata, me recuerdan a los protagonistas tristes de tantas canciones populares desde la copla al rock. Desde Concha Piquer con sus maravillosos Ojos verdes, hasta Elton John con su fantástica Sweet Painted Lady. Pero si tuviera que llevarme una sola de ellas a una isla desierta, me quedaría con mi admirado Serrat y su Carmela, cuyo último fragmento cuenta [como]... Se ha ido marchitando día a día como la vieja melodía que nadie canta porque los tiempos cambian. Cuando veas por el Paralelo a la vieja y al perro, háblale de entonces cuando para sentir su cuerpo quizá la hubieses cubierto de oro! Antonio García-Ferrer Catedrático de Análisis Económico Universidad Autónoma de Madrid
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España