La trayectoria artística del escultor Amadeo Gabino ha estado siempre marcada por el signo de la coherencia. Pocos artistas contemporáneos han sido más fieles a una intencionalidad nacida de sus propias convicciones y conceptos. En sus inicios partió de la exploración e imitación de lo natural, supo crear un universo de duras y aristas formas metálicas, de lisas e impenetrables superficies, de rugosos y pulidos planos, de profundas oquedades que a manera de boquetes, ojos o cráteres volcánicos hacen aflorar el misterio de su erupción.
El desarrollo de las distintas etapas artísticas de Gabino ha sido gradual y sin intermitencias. De sus primeras esculturas figurativas en bronce, pasó a sus primeras esculturas abstractas en las que hojas de hierro forjado, a manera de pétalos de una flor o metafóricas olas del mar, creaban expansiones horizontales.
Las esculturas de Amadeo Gabino, compuestas por capas metálicas superpuestas, al igual que el caparazón que protege...las partes blandas del cuerpo de algunos insectos, o las capas tiernas y jugosas de un vulvo vegetal, adquieren un valor de envoltura y hermetismo antes insospechado. Escudos, yelmos, armaduras, estelas y vibraciones, un mundo plástico que se yergue ante nosotros a manera de un enigma, de un emblema.
Entrada actualizada el el 19 jul de 2018
¿Te gustaría añadir o modificar algo de este perfil?
