Descripción de la Exposición
En 1995 Sherry Turkle, profesora del MIT en Estudios Sociales de Ciencia y Tecnología, publicó Life on the Screen, un libro sobre la identidad en la era digital donde celebraba la libertad en internet. Con la publicación en 2012 de Alone Together, este optimismo se desvaneció. Internet pasó a ser una trampa corporativa, algo que ya advertía el arte de los nuevos medios.
Todos estamos conectados todo el tiempo por medio de internet y un smartphone, pero en realidad permanecemos desconectados de los demás y de nosotros mismos. Un problema que afecta a la forma de relacionarnos. Esta es la nueva forma de relación a la que nos hemos acostumbrado, el denominado alone together, «estar juntos en solitario”.
Las relaciones humanas son complicadas y Turkle observa con preocupación cómo, a menudo, buscamos en la tecnología un sustituto ante la dificultad de tratar con los demás. Como afirma Turkle: limpiamos las relaciones con la tecnología. Y no es la única en hacer esta observación. Como explica el filósofo Byung-Chul Han en La salvación de lo bello: Lo pulido, lo pulcro, lo liso, lo impecable, es la señal de identidad de la época actual. IPhones, depilación láser, incluso obras de arte y también filtros Instagram. Lo pulido, más allá de un efecto estético, es el reflejo de la actual sociedad positiva. El smartphone con su pantalla pulcra cumple con esta estética. Lo pulido no solo está en la estética del aparato tecnológico, también en la imagen y en la comunicación que resulta pulimentada. La comunicación es un intercambio de “me gusta”, de cosas positivas. Y aunque la comunicación en Internet es más compleja que un intercambio de positividad, vemos un ejemplo del “exceso de positividad” al que se refiere Byung-Chul Han en sus ensayos todos los días en las noticias o en la prensa online. Con el confinamiento global se anunciaba una disminución de la contaminación, pero la realidad es que seguimos en una situación de emergencia climática. También se suponía que habría cambios en el sistema económico, pero la pobreza ha llegado al mayor nivel desde la Gran Recesión.
Como comenta Turkle, la conexión (que diferencia de la conversación, definiendo conexión como la comunicación que sucede través de internet y conversación como a la comunicación que mantenemos en la realidad) ya no sólo se da con otros por medio de chats, sino también con robots cada vez más avanzados para mantener una charla, como Siri. Redes sociales, plataformas de transmisiones en vivo como Twitch, robots sociales… Estamos desarrollando tecnologías que nos dan la ilusión de compañía, sin las exigencias de una amistad para sentirnos conectados. Esto sucede hasta el punto en que como remarca Turkle: “esperamos más de la tecnología que de los demás”. Esta sentencia recuerda a Honoré Daumier (1808-1879), para el cual el progreso era una apariencia histórica. En el presente, la tecnología nos da la falsa sensación de progreso histórico. El discurso neoliberal y tecnológico iba a traer una mejora del estado de bienestar. Tenemos aplicaciones en nuestro smartphone para la compra, envío y reparto, que en realidad representan la precariedad laboral. Como han apuntado críticos culturales como Mark Fisher, el neoliberalismo ha negado las utopías contraculturales, subculturales y alternativas al sistema, precisamente, etiquetándolas como irrealizables, pero la verdadera distopía era el capitalismo. Nos encaminamos hacia un futuro medieval y post-apocalíptico a lo Mad Max dominado por el fascismo y el capitalismo salvaje.
La economía de la información se suponía que iba a traer un cambio estructural. Internet representa cosas muy diferentes según los intereses de cada uno. Para los empresarios y medios de comunicación abre un canal de distribución de contenidos y enriquecimiento fácil, mientras que para los activistas políticos supone la ocasión de conseguir un medio para luchar por sus causas. Internet ha dado lugar a una situación contradictoria que ha originado nuevos términos. Hay fake news, posverdad, desinformación, poscensura, trolls, cultura de cancelación y odio, pero también un mayor acceso al conocimiento, tolerancia, solidaridad, reflexión e información gracias a la divulgación y el activismo de los movimientos sociales y reivindicativos en las redes. De esta oposición de contrarios también forma parte el «alone together».
En el año 2021 seguimos en una pandemia donde la tecnología, que paradójicamente nos mantenía conectados y desconectados, se ha convertido casi en el único medio de conexión por mucho tiempo. ¿Cómo han afectado al arte y las nuevas tecnologías los trastornos derivados de esta situación? ¿Puede funcionar el arte como medio para la conversación y desarrollo colectivo?
Esta propuesta pretende reflexionar, a través de la obra de diferentes artistas en una exposición colectiva online, sobre los efectos de la pandemia, el uso de Internet y nuestra relación con la tecnología.
Exposición. 19 nov de 2024 - 02 mar de 2025 / Museo Nacional del Prado / Madrid, España
Formación. 23 nov de 2024 - 29 nov de 2024 / Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) / Madrid, España