La exposición muestra una treintena de cuadros y la podríamos dividir en tres ámbitos diferenciados. Por un lado, las naturalezas muertas dónde los colores blancos y azules toman el protagonismo con una composición de los objetos ordenada, equilibrada y horizontal. Los jarrones de cristal transparentan el agua que contienen y a su vez el tallo de las flores que coloca. Estas transparencias las utiliza en varios de sus cuadros demostrando un gran dominio de la técnica.

Por otro lado, nos ofrece pinturas donde la playa y el mar llenan sus telas. Son composiciones horizontales donde comparten los colores y las luces mediterráneas. La arena, las olas del mar y sobretodo el reflejo de la luz en las aguas en movimiento… todo gira entorno a la paz y la tranquilidad. En ocasiones esta tranquilidad se ve sumada con niños y niñas que se amalgaman en estos paisajes marinos.

El último de los ámbitos ... es el de las figuras infantiles y adolescentes. Con estas figuras observamos a la Alicia Grau más intimista. Son figuras de expresión y movimiento suave. Nos plasma un instante donde el niño está ensimismado, pasando el rato, jugando con las olas del mar, durmiendo sobre la mesa servida, compartiendo el tiempo con otros niños…Son figuras que nos expresan ternura y amor, toda una atmósfera que gira entorno la belleza.