La nueva serie de trabajos de Nina Nolte muestra su innegable maestría al componer sus cuadros y la capacidad de encontrar aspectos sorprendentes en los temas escogidos y de plasmarlo en su pintura.

La primera serie en 2007, se mostró en la galería de Sara Nightingale en los Hamptons, fue vendida con mucho éxito a coleccionistas de Nueva York.

En los trabajos de Nina Nolte el observador percibe -al contrario que en una fotografía que congela un momento accidental- la duración completa de la situación presentada.

La ligereza y seguridad de la representación es impecable, en la figurativa -especial en los escorzos- igual que en los espacios pictóricos realizados con efectos de luz y sombra.

No deberíamos olvidar mencionar ... también su virtuosismo en la representación material: Agua, azulejos, piel y tela engendran al observador una experiencia haptica.

El efecto del cuadro se acrecienta más todavía con el uso sutil y económico del color, que concentra, aisla y sublima la realidad representada.