La memoria, deseada titánide que alienta al poeta y da autoridad al erudito; juego de imágenes que construye nuestro pasado y da sentido a nuestro presente; o por qué no, cañamazo en cuya trama se entrelazan los hilos del recuerdo, construyendo retales evocadores, como acertadamente Rafael Romero nos advierte.
En esta exposición el artista nos invita a penetrar en sus “muros-lienzo”, universos cuyo germen es la necesidad expresiva y el deseo de fijar el recuerdo. Obras en las que destaca un estudio cuidadoso de las capacidades expresivas de la materia y una diestra utilización de diferentes técnicas pictóricas, que como buen profesional de la restauración domina.
De esta manera, encontramos composiciones abstractas donde diferencia los fondos de la mixtura –mezcla de pigmentos secos, papel, betún, óleo, incrustaciones de nácar, acrílico, polvo de mármol, pintura en spray, etc.- de imágenes imprecisas o segmentos de retratos de conocidos e influyentes personajes de nuestra historia.
Imaginario...donde palpita la rebeldía, la crítica y la pasión, junto a una iconografía personal nutrida de símbolos y frases; todo esto formulado a través de un estilo radicalmente contemporáneo. Una muestra que ahonda en el carácter propiamente humano y nos permite reflexionar sobre lo que somos y cómo nos construimos ante la sociedad.
Izaskun Monfort
Comisaria y crítica independiente
Imágenes de la Exposición
Rafael Romero — Cortesía de Montsequi Galería de Arte
Entrada actualizada el el 18 oct de 2018
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