Descripción de la Exposición
En la exposición las creaciones de Alberto Corazón (Madrid, 1942–2021), establecen una conversación con lienzos y esculturas que forman parte de la colección de la Academia, una mirada transversal a través de géneros clásicos confrontados con la interpretación del artista.
“Vuelvo a encontrar refugio en la memoria. Desde hace años mantengo diálogos interiores con otros artistas, que se formalizan dentro de mí”.
La muestra es un recorrido donde se desvelan influencias y mensajes cruzados entre los bodegones, jardines de arena y paisajes de Corazón, con obras clásicas de diferente época y estilo.
Pintor, escultor y diseñador, sus comienzos se remontan a 1965 cuando simultaneaba el arte conceptual, el diseño gráfico y la gestión editorial. En esos años fundó la Editorial Ciencia Nueva y Alberto Corazón editor, introduciendo en el mercado español los textos de las vanguardias históricas y las corrientes estructuralistas en el pensamiento y la crítica de arte.
Participó en la Bienal de Venecia de 1976 junto con Tàpies y el Equipo Crónica, y en 1978, la Bienal de París le invitó a exponer en el Petit Palais con Antonio Saura. Un año más tarde expuso en la Galería Alexander Iolas de Nueva York, fecha en la que dio por terminado el período conceptual.
Durante diez años se retiró de cualquier actividad relacionada con el mundo del arte y mantuvo una larga reflexión sobre el sentido de la creación plástica en el cambio de siglo. Se dedicó exclusivamente al diseño, como elemento de cohesión social y cultural. Sus cubiertas de libros, carteles, logotipos y programas de identidad corporativa inundaron y revolucionaron el país. Alberto Corazón se convirtió en una referencia nacional e internacional. Dotó al diseño de un papel protagonista para la modernización de la sociedad española en la recién estrenada democracia.
“Regresar no es volver”, escribió, “Es hacer un nuevo camino”. Estas palabras marcaron su vuelta a la actividad artística. Las cuarenta y cinco obras de Alberto Corazón que se exhiben en esta sala, realizadas a partir de 1990, establecen un vínculo entre el presente y el pasado, proponen distintos horizontes y múltiples interrogantes. Sus obras, confrontadas a los óleos y aguatintas de los grandes maestros, adquieren riqueza expresiva a través del papel, el lienzo, el grafito y el color.