Descripción de la Exposición
Cuanto más nos adentramos en la llamada posmodernidad, el fenómeno y el propósito de la creación artística devienen cada vez más elocuentes y cada vez menos mágicos.
La certidumbre se apodera de lo que había sido el poético encuentro con lo innombrable. El discurso antecede y predice a la imagen así como varios nombres y apellidos “firman” las obras para asegurar su buen ancestro y maridaje, su exitoso matrimonio y destino.
Los tiempos faltan, las carreras sobran. Pero no para desentrañar lo que trasciende a una mera imagen del mundo, sino para lavar conciencias que se esconden tras los “verdaderos” intereses: el poder y el mercado.
Esta pequeña exposición recoge aquello que se construye al margen de lo políticamente correcto y de los círculos de poder pero dentro del genuino desafío artístico que sigue siendo la poética del lenguaje. Amasa imágenes que incluyen los oficios, sobre todo los de la mente. Aborda espacios de diálogo donde no caben las dictaduras ni el espectáculo. Reivindica el poder de lo invisible.
Esta muestra también acoge once años de labor de la galería, una que cuida sus tiempos, que respeta sus espacios, que los guarda como también a sus diálogos, sin carreras ni entretenimientos; con obras-muestras que no son dádivas a penitentes y, menos aún, sermones en púlpitos nuevos. Esos que se construyen para que los curadores hablen lo que las obras no pueden, o no deben para no restar privilegios. O para reivindicar lo que el poder en círculo impone, como si fuera un inobjetable credo o el dogma, garantía del paraíso.