En la costa del Océano Pacífico, en Palos Verdes, California, intenté transcribir (con el alfabeto romano) los sonidos del agua chocando contra la orilla. Quería crear un puntaje de composición que se puede realizar por voz humana. Las vibraciones de nuestras cuerdas vocales con el aire exhalado de nuestros pulmones simulando los sonidos de agua, arena y rocas.
El 13 de mayo sentado en las rocas en Praia da Azarujinha los puntajes fueron realizados por un grupo de personas. Leemos los sonidos del Pacífico hasta el Atlántico, como una carta de un océano a otro, como un diálogo entre dos cuerpos de agua, con voces que se derrumban a lo lejos.
En un libro de Rachel Carson en mi estantería, en mi casa de Los Ángeles, subraya un párrafo que analiza las similitudes químicas entre la sangre humana y el agua de mar, un remanente de los orígenes de la vida en...el mar. * Imagino que dentro de nuestro cuerpo llevamos el mar donde quiera que vayamos. Pero tal vez no somos nosotros los que estamos llevando el mar, sino el mar que se ha formado en nuestra forma.
Entrada actualizada el el 26 jul de 2018
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