A medio camino entre pintura e ilustración, esta serie refleja la obsesión del artista por la belleza, la belleza femenina. Para Raúl sus Afroditas son imágenes religiosas, iconos sagrados que venera y a los que presta devoción. Detrás de cada una de ellas hay una historia, un sentimiento, un recuerdo... Unas veces de manera consciente y otras inconscientemente, estas imágenes se inspiran en las mujeres que han formado y forman parte de su vida. Siguiendo unas mismas directrices en cuanto a composición y una gama cromática que se limita al blanco y negro, todas las obras son realizadas sin un estudio previo. Con este proceso el autor busca frescura y espontaneidad, reflejar ese sentimiento, ese recuerdo, sin tenerlo preestablecido, para que aparezca en el momento de creación de la obra. En esta exposición el observador puede a llegar a sentirse observado o acompañado.