Descripción de la Exposición
Dakar, capital cultural africana, vibra
Entre desfiles de moda, exposiciones de arte, conciertos, cafés literarios, conferencias y residencias de artistas, la capital senegalesa vibra y brilla a lo largo del año. En el ámbito de la fotografía, a través de exposiciones y encuentros, los jóvenes talentos compiten en creatividad y audacia. Esta joven generación confronta sus métodos y técnicas ante el trabajo de sus maestros. A diario, ofrecen una crónica realista y sin tópicos de un Senegal que se mueve. Los pintores y escultores están también en la cita. En el “Village des Arts”, en las distintas galerías de arte de la capital Dakar, en el Museo Théodore Monod o en las distintas instituciones de arte de Senegal, las exposiciones y los encuentros abundan. El desarrollo de las residencias de artistas y las numerosas colaboraciones en esta materia dan prueba de la vivacidad de los protagonistas y de su espíritu de iniciativa. En 2013, el escultor Ousmane Sow fue acogido en el círculo muy exclusivo de los inmortales: fue el primer africano que entró en la Academia de Bellas Artes de París. Este empresariado da lugar a colaboraciones en cuanto al arte contemporáneo. La voluntad de compartir y la puesta en común son los lemas de esta nueva configuración donde se asiste a la aparición de nuevos polos y nuevos protagonistas para la promoción de actividades interculturales. Es en esta esfera de influencia artística que la galería Out of Africa eligió a dos artistas, un fotógrafo de Burkina Faso y un pintor franco-senegalés, para exponer sus obras dando prueba de un África contemporáneo, urbano, actual y rico en creatividad artística.
Sébastien BOUCHARD, idas y vueltas culturales e influencias mestizas
Sébastien Bouchard nació en 1971, en Le Loroux-Bottereau, una pequeña ciudad del viñedo nantés. Su padre era profesor de equitación y lo inició en el dibujo y la pintura, y su madre era fotógrafa.
Músico y aficionado a la cultura del surf, el skateboard y el rock alternativo, comenzó sus estudios de Bellas Artes en Nantes, donde abandonó muy pronto el formalismo del discurso conceptual para dedicarse a la práctica del grafismo y al descubrimiento de las nuevas técnicas digitales. A partir de 1994, vivió los primeros balbuceos de Internet en Francia, en el taller digital de la escuela, se inició de manera autónoma y creó sus primeros flyers, carteles y camisetas para grupos y festivales de música locales.
Salpicando sus cursos con estancias en Senegal, fue al encuentro del arte de la recuperación y del arte marginal local que su padre, que entonces residía en aquel país, coleccionaba. Tan pronto como tuvo su título en el bolsillo, en 1996, Sébastien Bouchard tomó distancia con el arte contemporáneo, que consideraba lejos de sus preocupaciones, y empezó una actividad profesional como diseñador gráfico y a viajar.
Durante sus estancias en Brasil, donde prosiguió su formación en capoeira, llenó numerosos cuadernos. Entre los años 2001-2003, se instaló en la República de Guinea y empezó una serie de pinturas sobre amplias pizarras de escuela construidas por los artesanos locales de Conakry. Cuando en 2005 se le presentó la oportunidad de vivir en Senegal, abandonó su trabajo como grafista en el estudio que había creado algunos años antes.
Estableció entonces su casa y su taller en la localidad de Palmarin, en Sine-Saloum, al sur de Senegal. Pero fue en Dakar donde comenzaron sus encuentros con la escena artística local, a los cuales siguieron numerosas exposiciones y proyectos. En 2010, de vuelta a su ciudad natal, Nantes, prosiguió sus exposiciones y colaboraciones con artistas de Dakar, y allí, entre los años 2014 a 2016, dirigió el taller-galería Prisme, junto con otros artistas de Nantes.
A través de diversas referencias ilustradas y con la multiplicidad de medios que utiliza, el artista intenta a su manera superar la separación entre el arte popular y el arte “sabio” de las escuelas de bellas artes. Su trabajo hace referencia a la pintura y también a las artes gráficas y a la cultura pop y urbana.
Desde 2005, Sébastien Bouchard pinta una serie de personajes y retratos que cuestionan la identidad cultural, revelando una África extraña y moderna, con todo imperceptible. “En sus telas los distintos planos se confunden, mezclan el fondo, las superficies y los volúmenes, generando efectos de profundidades extraños que dejan la parte bonita a las peregrinaciones de la mirada, a las proyecciones del espectador y a la imaginación. “Emmanuelle Chérel, historiadora de arte.
Siaka Soppo TRAORÉ lucha contra los prejuicios hacia las danzas urbanas
Originario de Burkina Faso, Sika Soppo TRAORÉ nació en Doula en 1986 y, recientemente, está presente en la escena fotográfica senegalesa. Creció en Togo, donde desarrolló sus cualidades gráficas a través del dibujo y la pintura. Sus estudios lo condujeron después a Senegal, donde descubrió la danza hip-hop y la práctica de la capoeira. Todas estas disciplinas artísticas mejoraron su sentido de la observación.
Después de obtener el título de ingeniero civil, se dedicó a partir de 2011 a la fotografía como un verdadero autodidacta. Fascinado por la danza, su trabajo fotográfico expresa con naturalidad las escenas y los lenguajes corporales, pero su centro de interés no deja de ampliarse con nuevos territorios. También es muy solicitado por numerosos estilistas de Dakar para hacer fotografía de moda.
En 2014, durante el OFF de Dak’Art, la bienal de Arte Contemporáneo Africano, la galería Atiss organizó su exposición “SUNU Street” -Nuestra calle-. “SUNU Street” es nuestra calle, la conocida de todos, modelada por los que la cruzan, los que la ocupan, los que la desprecian, la aman o la ignoran, los que la viven... La calle está a la merced de nosotros. Sin embargo, después de miles de millones de veces de haberla tomado, a menudo nos olvidamos de pararnos para observarla. En ebullición permanente, la calle es un vivero de tesoros ocultos. A través del ojo de su objetivo, Siaka Soppo Traoré se apoderó de estos tesoros para mostrarnos con la mayor exactitud posible la energía de los bailarines urbanos senegaleses. Como una llamada visual y sonora, sus obras son el fruto de la interacción humana y de expresiones plásticas que combinan mirada, luz y arte cinético. Sin embargo, con su estatismo estos clichés nos invitan a las fluctuaciones corporales y rechazan los límites de la fotografía en las fronteras del movimiento. En constante dinamismo, la calle es un lugar de valores positivos, esfuerzos y pasión para los jóvenes bailarines urbanos, no siempre bien entendidos y, sobre todo, no reconocidos. El trabajo de Siaka nos ofrece esta actividad para que podamos acercarnos más de cerca. Como superhéroes en posturas muy impresionantes, Siaka Soppo Traoré capta nuestra atención para hacer evolucionar las mentalidades.
El artista ‒él mismo es bailarín‒ se toma su tiempo para encontrar a sus modelos, para observar su manera de moverse, para entender su estilo. Hace con ellos las localizaciones, con el fin de encontrar el ambiente más adecuado tanto para la “performance” como para la fotografía. La mayor parte del tiempo, toma fotos de los bailarines en acción. Por su conocimiento de la práctica, sabe instintivamente cuando tiene que apoyar en la cámara. Siaka Soppo Traoré dice de su enfoque que es “tanto estético como sociológico”. “Más allá de su efecto visual, me intereso por el impacto social de esta forma de expresión artística”, afirma. Al mostrar las aptitudes de estos “performers”, al darlos a conocer, nos propone un medio para comprender “Sunu Street” bajo su forma más dinámica.
Siaka Soppo Traoré publicó sus fotografías en la revista L’insensé-Afrique en 2014. Luego, en 2015, expuso en la 5ª Bienal de Fotografía del Museo del Muelle Branly, en París, así como en la Galería MAM durante la Feria de Arte Contemporáneo Africano 1:54, en Londres.
Exposición. 17 dic de 2024 - 16 mar de 2025 / Museo Picasso Málaga / Málaga, España
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España