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Ana Mosquera lo ha calificado como “el pintor de la luz cuyo trabajo busca el color y los pigmentos para conseguir paisajes abstractos. Sus cuadros se inscriben en la abstracción lírica, corriente representada por Kandinsky, que se caracteriza por la serenidad en la ejecución, la sobriedad formal y desdén por las modas”.

La vicepresidenta ha destacado que Diputación de Cádiz, a través de su certamen ADUANA adquirió en el año 1999, una obra de este artista que incorporó a su Colección de Arte Contemporáneo, “y una de las líneas de la Sala Rivadavia consiste en seguir la trayectoria de los artistas de la colección, invitándoles periódicamente a exponer con nosotros, como ya se hizo con a Ángeles Agrela, Leo Wellmar, Pep Guerrero, Teresa Moro o Juan Francisco Casas, entre otros”.

... 0cm 0pt">Por su parte, Alberto Reguera ha ofrecido las claves de esta muestra que él denomina acción pictórica “pues no son sólo los cuadros, que con un grosor mayor de lo habitual, ofrecen distintas perspectivas mientras se camina junto a ellos: existe una relación entre el espacio, el cuadro y en ocasiones con el autor”, en referencia a la continuación de la pintura que se extiende a las paredes e incluso al suelo de la sala.

Acrílico sobre lienzo, cubierto por capas sucesivas de pigmentos puros, proporcionan una textura aterciopelada a estas obras que el autor desea “que establezcan una relación entre la obra, el espacio y el espectador”.