FECHA DE CIERRE SIN DETERMINAR.
El Museo de Arte Moderno presenta con regocijo las dos únicas obras del pintor, escritor, dibujante, extra de cine y sociólogo involuntario Abel Quezada Calderón (Monterrey, Nuevo León, 1920 – Cuernavaca, Morelos, 1991) que pertenecen a su acervo. Dedicado a la pintura luego de ejercer como dibujante la historieta, el cartón y la ilustración por casi cincuenta años en México y en el extranjero, mostró su talento como narrador y agudo observador de la vida sociopolítica del México moderno, con posturas llenas de sagacidad e humor en periódicos como Esto, Ovaciones, Novedades y Excélsior, o su sentido de la forma y los valores compositivos y tonales, en revistas como The New Yorker o Time, entre otras.
Autoproclamado “pintor vergonzante”, fue siempre, sin asumirlo, un artista visual. En sus años sesenta, sin la premura de ganar un salario, elaboró un importante conjunto de óleos sobre tela, la mayor...parte de gran formato, en dos géneros: el paisaje y el retrato. Autodidacta del óleo y maestro del dibujo, opera esa fusión en la sencilla estructura de sus diseños tempranos y un acertado uso del color, siempre dentro de la figuración, con personajes de cándida elocuencia, que recuerdan la obra del italiano Amadeo Modigliani; la intensidad cromática del holandés Kees van Dongen, influencia admitida por el pintor; la simplicidad de trazo y paleta de Jean-Jacques Sempé, ilustrador francés que también realizó portadas para The New Yorker; lo mismo que la multicitada ingenuidad de Henri “El Aduanero” Rousseau.
La ausencia de drama, la síntesis de formas, la serenidad de las miradas o la elegante sonrisa de minúsculas bocas, están incorporadas a silentes atmósferas, que más que trasfondos, son protagonistas por derecho propio, elementos que perfilan el estilo pictórico característico de Quezada, talentoso dibujante y digno pintor.
Entrada actualizada el el 15 may de 2018
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