Descripción de la Exposición
Pάντα ῥεῖ / Panta rei: las fantasías letristas de Caterina De Nisco
El alfabeto es el origen de todo: "En el principio era el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios" (Jn 1,1). La palabra, el logos, es por tanto de naturaleza divina: y con ella, antes que ella, el signo, la letra que la compone. Por supuesto, se dirá, el Libro de los Libros -la Biblia- sólo pudo celebrar ante todo la escritura: la Verdad sólo es tal en el momento en que se transcribe, asumiendo una formulación gráfica que eterniza la dimensión efímera de la palabra hablada. Pero toda la historia de la humanidad, de las civilizaciones que se han sucedido desde la más remota antigüedad hasta nuestros días, es una historia de lenguas, de signos, de códigos comunicativos. No hay cultura sin código: alfabético, visual, sonoro, numérico, mímico-gestual... los signos manifiestan pensamientos , sentimientos, nociones y estados de ánimo, rompiendo el aislamiento del individuo, abriéndolo a las relaciones afectivas y sociales. La naturaleza y la complejidad de los signos han dado lugar a disciplinas especializadas, como la semiótica y la semiología, pero su plena comprensión invade la antropología y la cultura en el sentido más amplio y comprensivo del término, la lingüística, la filología, la literatura, las artes, la religión, la música, la psicología, la sociología, la filosofía y las ciencias. Los signos pueblan no sólo la comunicación externa, no importa a través de qué medio o lenguaje se exprese, sino también -y sobre todo- la imaginación: la interioridad es como un cielo nocturno tachonado de signos, imágenes, palabras, sonidos, visiones, emociones...
La inspiración más profunda de Caterina De Nisco se nutre de esta dimensión fecundamente creativa e imaginativa de los signos: su Abbecedario es un laberinto abarrotado y alegre, un vórtice dinámico y arrollador, lleno de energía y vitalidad, un canto a la imaginación y a la vida. Las letras de la artista, aún joven pero ya marcada por una personalidad madura y una poética original y reconocible (señal, todo hay que decirlo, de un auténtico talento) encierran en su perímetro un frondoso e inextricable bosque de formas. Las formas creadas por Caterina viven, o más bien nadan en un mundo bidimensional, un espacio-tiempo líquido y "amniótico", en el que no rigen la gravedad ni las leyes físicas del mundo real. La libertad de acción es total y circunscrita al mismo tiempo: el límite de los contornos de cada letra es un umbral infranqueable, que satura signos y formas en su interior en un horror vacui anárquico y regulado. Las animadas letras de De Nisco recuerdan las magníficas iniciales a toda página y las coloridas miniaturas de la Alta Edad Media en los ámbitos insular (angloirlandés) y mozárabe (ibérico), rebosantes de energía encauzada dentro de retículas geométricas que, sin embargo, no amortiguan, sino que amplifican la irrefrenable vitalidad que circula en ellas como la linfa o la sangre. El Abbecedario de Caterina no es sólo un mosaico de formas abstractas o sin formas - en el que pueden leerse referencias que van desde los mosaicos hasta el Informalismo-, sino también, y sobre todo, un fértil bestiario de fantasía, digno de la naturaleza visionaria de un Bosco y de sus admirados maestros, más y menos recientes, de la ilustración y la gráfica: figuras humanas y animales cohabitan con criaturas irreales pero no por ello menos vivas y palpitantes, en una imagen del cosmos como caos primordial, como un eterno Big Bang transfigurado y aligerado por los medios del arte - las formas grabadas, raspadas, entintadas y coloreadas de diversas maneras sobre papel, un soporte amado y exaltado por la artista.
El mundo de Caterina es un mundo plural, colectivo, donde cada uno es un extra fugaz y efímero y nadie cuenta más que los demás, ni puede intentarlo, ni siquiera presumir de ello: en esto, el Abbecedario es una sana respuesta y un antídoto contra el individualismo, el narcisismo y el subjetivismo que imperan hoy en día. Un mundo igualitario, donde seres humanos y animales, naturales y fantásticos están todos en pie de igualdad, gotas de un océano que sólo en su conjunto desordenado y festivo vive y prospera.
Gerardo de Simone
Profesor de Historia del Arte, Academia de Bellas Artes de Carrara, Italia
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España