Descripción de la Exposición Encarnación Domingo es el típico ejemplo de artista que ha gastado gran parte de sus primeros tiempos artísticos deambulando por sendas expresivas un tanto trasnochadas y que, llegado un momento de su trayectoria artística ha sabido dar un puñetazo sobre la mesa, desoír cantos y alabanzas fáciles y dirigir su mirada hacia lugares menos trillados y, en consecuencia, menos dados a lisonjas. Empeñada en formarse en múltiples disciplinas artísticas, sedienta de conocimientos, con una vocación a prueba de desengaños y, lo que es mejor, con una capacidad de trabajo francamente envidiable, ha ido generando un currículo bien largo en un plazo temporal relativamente corto, consiguiendo premios de alcance nacional y mostrando su obra en los más diversos lugares siempre entre comentarios más que favorables. No hace mucho decía de ella que es habitual oírla decir: 'Trato de recuperar el tiempo perdido...' y a fe que lo consigue, en gran parte gracias a ese su interés por asimilar, tanto en lo práctico como en lo teórico. Fruto de ése interés son, y así nos lo muestra en esta exposición, por una parte las experimentaciones cerámicas -técnica aprendida en la Escuela de Cerámica de Avilés- y, por otra, la utilización de un material tan poco pictórico como el aluminio como soporte de sus ¿pinturas?. Con la cerámica ha venido realizando instalaciones -mejor acumulaciones- de unas sencillas piezas prismáticas, directamente extruídas, apenas tocadas por el color que, en cualquier caso siempre es escueto y esencial; en ocasiones la carga conceptual relega a un segundo plano lo formal, pero lo que subyace es el interés que la artista tiene en la confrontación de primeros y terceros mundos, clases sociales, colores de piel y todo lo que ideológicamente quiere transmitirnos. Una segunda vía es la de las pinturas sobre aluminio, soporte con el que Encarnación Domingo ha venido trabajando con frecuencia y que le sirve como aséptica superficie a la que, mediante incisiones más o menos profundas y los juegos de luz y sombra que producen, traslada escuetos y lineales paisajes marinos; las más de las veces reproduciendo un tema que le es muy querido como la playa y las dunas de su Salinas residencial y que viene exprimiendo hasta la exaltación sin por ello producir cansancio al espectador o adocenamiento propio. En una tercera propuesta, la artista aúna ambos materiales, cerámica y aluminio, para ofrecernos una geométrica y fría visión de cualquiera de las grandes urbes que pueblan nuestro planeta y que le valen para contraponer las ideas de lo urbano y lo rural, lo normalizado por el hombre y lo impuesto por la naturaleza. Tres vías en una sola exposición, sí, pero inequívocas; con la coherencia que dan la lucidez, el afán de aprender y la experiencia, tanto la vital como la artística. Con todo, llega a lo que desde hace tiempo viene buscando Encarnación Domingo: recuperar tiempos.
Exposición. 17 dic de 2024 - 16 mar de 2025 / Museo Picasso Málaga / Málaga, España
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España