Descripción de la Exposición
Hay más de una motivo, más de una razón para mostrar esta exposición en Alicante, en la Casa Bardin, sede del IAC Juan Gil-Albert, y también para la reedición del catálogo del año 1992. Entre ellas, se ha considerado la particularidad, la actualidad y la atemporalidad de las obras, así como de los textos de la Comisión organizadora del homenaje, los de Antonio Bonet Correa, de Arcadio Blasco, comisario del "Homenaje a Miguel Hernández 1942-1992", y de otros escritos seleccionados por la mencionada Comisión y van unidos a cada una de las cincuenta obras.
Sabemos que hace veintidós años, en 1992, Cincuentenario de la Muerte del Poeta Miguel Hernández, los artistas Arcadio Blasco, Azorín, Sixto Marco, Salvador Soria, Antoni Miró y Joan Castejón presentaron la idea de ese significativo homenaje al Instituto de Estudios Juan Gil-Albert de la Diputación de Alicante; un homenaje que pudo llevarse a cabo gracias a la aportación de una obra por parte de los artistas mencionados y, posteriormente, la de cuarenta y cuatro artistas más que se sumaron al proyecto hasta completar el número mágico de cincuenta. A esas sinergias también se fueron uniendo otras instituciones para mostrar a nivel local y nacional la histórica muestra titulada 50x50 Homenaje a Miguel Hernández.
Se trata de un conjunto esencial de obras de pintura, escultura y cerámica en diferentes soportes y técnicas que son todo un referente ya para la historia del arte alicantino, valenciano e incluso nacional. Solo tenemos que aproximarnos despacio para apreciar la calidad de las obras, su lenguaje expresivo, y cerca, muy cerca, hallar una palabra escrita del poeta que se une a la reflexiva fuerza visual de cada pieza, una fuerza que une universos de la vida y de las artes.
Miquel Abad Miro, Sergi Aguilar, Albert Agulló, Andreu Alfaro, Anzo, Argimón, Rafael Armengol, Azorín, Nassío Bayarri, Joan Benassar, Ulises Blanco, Arcadio Blasco, Manuel Boix, Joan Brossa, Carmen Calvo, Marius Candela, Adriano Carrillo, Rafael Casamada, Joan Castejón, María Chana, Pilar Dolz, Daniel Escolano, Amadeo Gabino, Grau Garriga, Dionisio Gazquez, Joan Genovés, Artur Heras, Josep Ginestar, Hernández Pijuan, Eduardo Lastres, Pau Lau, Xavier Lorenzo, Sixto Marco, Angeles Marco, Sento Masiá, Enric Mestre, Joaquín Michavila, Antoni Miró, Miquel Navarro, Joan Ramos Monllor, Asunció Raventós, Ripollés, Vicente Rodes Pérez, Francisco T. Sempere Gísbert, Xavier Soler, Salvador Soria, Jordi Teixidor, José Vento, Jose Mª Yturralde, Ricardo Zamorano Molina.
Basta con leer los nombres que acabamos de citar y evocar para darnos cuenta de la significación y el peso creativo de estos artistas dentro, no ya de nuestra provincia, sino del panorama artístico español. Hablamos de pintores y escultores con exposiciones importantes y con obras en diferentes museos e instituciones, así como en colecciones privadas.
La voz, la palabra, el testimonio y las cincuenta obras no han envejecido con el paso del tiempo. Siguen vivas, mostrándonos el trabajo, la huella y el talento de cada uno de los artistas. Es, ante todo, fundamental la presencia de aquel esfuerzo y generosidad por parte de los cincuenta artistas. Las obras siguen aportando esa fuerza contenida en lo expresivo de la idea, la composición, el gesto y la materia. Su identidad, sus circunstancias e inquietudes componían esos marcos referenciales y atemporales de una obra de arte.
En este 2014, las obras del 50 x 50 homenaje a Miguel Hernández han renovado su itinerancia y han vuelto, 22 años después, a Orihuela, a la Sala de exposiciones del Hospital de San Juan de Dios, gracias en buena medida al empeño de su concejala de cultura por difundir y promocionar la cultura y la obra del poeta oriolano y, muy en particular, en la expresión artística. Todo ello con la colaboración del IAC Juan Gil-Albert y la Fundación Cultural Miguel Hernández. En la misma línea y empeño el Ayuntamiento de Elche organiza y acoge la colección en su sala de exposiciones temporales del MAHE, Museo Arqueológico y de Historia de Elche, del 13 de mayo al 29 de junio.
Estamos ante un evento diferente de otras muestras colectivas, en primer lugar porque se centra en un tema como valor y como medio de expresión artística, en segundo, porque arranca de un objetivo común que anima a los cincuenta artistas a participar, a proyectar sus ideas y sus ideales con lenguajes creativos diversos, desde la abstracción a la figuración. Es una muestra en la que cada obra comunica a manera de secuencia independiente y única, por mucho que hayan trascurrido más de veinte años y el tiempo haya transcurrido implacable. Es una exposición que, dos décadas después, el público va a encontrar en la sala plurivalente de la Casa Bardín. Va a situarse, con toda la frescura que emanan, ante obras vivas que se suman a la acción, al recuerdo, al grito y a la presencia del poeta; obras profundamente sentidas, en sintonía con la realidad del contexto y del entorno en que se fraguó aquel homenaje, a los que han seguido otros también importantes y a los que nos sumamos, retenidos ante la belleza de la muestra, invitándoles a acudir a esta cita inolvidable en el IAC Juan Gil-Albert para disfrutar del arte y de la palabra.
Juana María Balsalobre. Directora del Departamento de Arte y C.Visual "Eusebio Sempere".