Descripción de la Exposición La obra de Teo Soriano exige un salto en cuanto a los prejuicios formalistas con los que solemos preconcebir cualquier exposición en un primer vistazo. En el caso que nos ocupa lo reduciríamos a monocromos, ensamblajes, y cuadros de texturas empastadas; y sí, en mayor medida estos son los registros de una obra que gusta de los límites: tanto cuando este tiende hacia el grado cero en cual la pintura se manifiesta en toda su economía como cuando llega a un punto de saturación donde la misma se desborda, se objetualiza, se sitúa en el lugar de ser “otra cosa”, incluso en una escultura o una instalación de materiales desvalidos y aparentemente abandonados.
Esta realidad se entrevé en el título de la exposición, a la intemperie, en el cual también se nos remite metafóricamente a situaciones climatológicas, a ese espacio heideggeriano entre el cielo y la tierra, en el que sólo es posible estar (y ser) desde la desprotección, un estado donde lo poético emerge. El propio artista nos expide a una definición de poesía que el crítico literario Albert Béguin hace a propósito de la obra de Roberto Juarroz: "La poesía debe abrir las cosas, debe ponerlas al desnudo, debe ponerlas a la intemperie". Entendamos pues, que el autor pretende desnudar la pintura de apariencias, mostrarla en su precariedad en cuánto materia y, sobre todo, como constructo.
A la intemperie también nos presenta referencias románticas o el pintar impresionista en plena naturaleza. Teo Soriano revisita sin complejos la tradición de lo sublime, siendo consciente de que su árbol genealógico: desde Longino a Edmund Burke, desde Burke a Barnett Newman, exige una reconsideración contemporánea que indague en sus límites, no solamente reconsiderando los espacios entre lo bello y lo sublime, o el aquí y el ahora, sino también sus relaciones con lo ornametal y lo abyecto. Siendo estas referencias de transfondo conceptual, formalmente su obra se engarzaría entre hilos pictóricos que se enmarañan formanto redes que irían desde Monet a Ryman, desde Rothko a Richter, desde Malevich a Knoebel, o desde Wols a Rainer.
Su biografía artística se ha caracterizado por una condición de outsider que en su caso no ha sido una impostura, sino la consecuencia de un modus operandi vital que tiende a la lentitud de los procesos y el enclaustramiento en el estudio. Por fortuna, sus recientes apariciones en la colectiva Pintura Mutante (MARCO de Vigo), la individual en la galería Trinta de Santiago Compostela, así como la presente exposición, presagian oportunidades más continuadas para seguir una trayectoria realmente rigurosa.
Premio. 27 ene de 2025 - 10 mar de 2025 / Vitoria-Gasteiz, Álava, España
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España