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La exposición es como en anteriores trabajos una lectura poética de la morada, del ser como individuo único, de la evolución, del descanso, de la morada del espíritu y de la identidad.

Partiendo como inspiración el paisaje urbano a una determinada hora del día, el atardecer, la hora en que la mayoría de las familias están recogidas para cenar, están protegidas en sus casas ... y se preparan para el descanso diario.

Una hora puntual del día que determina varios puntos de vista de lo cotidiano. Estar en casa puede ser más que comer, descansar, y preparar para empezar el siguiente día. Estar en casa puede significar curar continuamente las propias heridas y, simultáneamente abrirlas de nuevo en el mismo proceso.

A hora do jantar, es como esos pocos momentos que conseguimos encontrar nuestro lado íntimo y secreto cuando estamos recogidos en nosotros mismos.

Este proyecto reúne un conjunto de obras realizadas en diversos soportes artísticos como instalación, escultura, fotografía, collage y performance.