Descripción de la Exposición
El escultor canario es el artista invitado para protagonizar, a título póstumo, la 80º edición de la Exposición Internacional de Artes Plásticas de la localidad manchega.
La Exposición Internacional de Artes Plásticas de Valdepeñas, que este año ha alcanzado su 80 edición, rendirá tributo al escultor Martín Chirino, como artista invitado a título póstumo, con una muestra de representación de sus obras más emblemáticas.
El escultor canario estuvo muy unido a este veterano certamen -que consideraba “un puente importantísimo para los jóvenes artistas de nuestro país”, participando como miembro del jurado en diversas ediciones.
En la exposición se aglutinan obras que abarcan las más emblemáticas ejecuciones de Chirino. Así, se compone de las siguientes piezas: Homenaje a Marinetti XIV (2014), El Viento (2011-2016), Santa Teresa Crónica del Siglo XX (2007), Caja Escultórica La Espiral, Naturaleza, Simbología y Cosmos (2005), y doce grabados pertenecientes a la misma serie, Naturaleza, Simbología y Cosmos (2005).
Vínculos manchegos
La Mancha estuvo siempre muy vinculada al imaginario artístico de Martin Chirino, al punto de que una de sus grandes piezas emblemáticas –la que obra justamente la Exposición Permanente en su Fundación, en el Castillo de la Luz- es el Homenaje al Quijote, con el sobrenombre de “Gigantes... que no molinos”, esa cita textual de Cervantes, tan cara al artista canario, que reivindicaba la pasión y la duda, incluso la quimera quijotesca, como motor de creación y vida.
Además, el campo castellano, émulo del mar echado, fue para él una primigenia fuente de inspiración, percibiendo entre los trigales y las vides el oleaje (que bien mirados, se mueven, a veces, en espiral) de su infancia y juventud playeras.
Las mencionadas piezas seleccionadas para esta retrospectiva son emblemas de diversas etapas, focalizadas siempre en torno a El Viento, insoslayable en cualquier muestra de Martín Chirino, y hermanado con La Espiral, que aquí se representa también en La Caja Escultórica. Sus series de Homenaje a Marinetti –en hierro forjado- y de Cabezas de Santa Teresa. Crónica del siglo XX –en bronce patinado en negro- son, acaso, los dos términos de la balanza: desde el sutil minimalismo dedicado a la dialéctica entre la velocidad y el reposo, al Chirino más figurativo, que no abandona, empero, la abstracción mística y reflexiva. Finalmente, los doce grabados que se muestran en Valdepeñas completan la visión del escultor que se definía a sí mismo como “dibujante del espacio”, y que siempre consideró cualquiera de sus láminas o grabados como esculturas a mano alzada, piezas siempre con cuerpo propio.