Descripción de la Exposición
SANTAMARINA SEGÚN SANTAMARINA
Si la geometría sirve para ordenar el espacio, a Santamarina le ha servido para ordenar su vida, organizar su pensamiento y dar forma a su creatividad, en un acto casi mágico de manipulación y habilidad quirúrgica para producir artefactos. Y todo ese proceso, meticuloso y racional, no es, en absoluto, producto de la improvisación, el capricho o el azar, sino el resultado de un cálculo matemático, de una planificación casi científica, cuyo desarrollo no excluye la pulsión emocional, el ímpetu de la inspiración y el arrebato creativo.
Para llevar a buen término sus propósitos artísticos "todos buenos y todos bien intencionados", Santamarina medita, ensaya y pone a prueba sus acciones, sopesa la idoneidad del procedimiento a seguir y cuestiona el uso de los materiales que son más comunes en su obra: cartulina, cartón y, últimamente, aluminio, soporte maleable y radical de prodigiosas esculturas.
En ese trance, de incertidumbre, dificultad y desasosiego, es cuando Santamarina disfruta más con su trabajo y se siente más identificado consigo mismo. Si la duda se despeja satisfactoriamente y el problema se resuelve, entonces experimenta esa sensación de serenidad "no siempre de plenitud" que da paso a la ejecución, más liberadora que angustiosa, del artilugio en cuestión, mediante cortes, hendiduras, pliegues y un juego ingenioso de luces y sombras, de contrastes, y de cromatismos que se difuminan, desaparecen y van y vienen, fruto de la astucia y la imaginación, que a la hora de la verdad "es decir, cuando sean expuestos" reclamarán imperativamente la complicidad, inteligente y lúdica, del espectador.
Cada una de las piezas de esta exposición, todavía pandémica y bastante perimetrada, está recién salida de fábrica "made in La Fresneda to Cornión" y constituye la prueba palmaria de que los años suman y enriquecen "en particular si son ochenta, tan bien cumplidos", una demostración de destreza y habilidad impecables y una exaltación de vitalidad y talento.
En ninguna circunstancia, llegados a este punto, efectivamente crítico y neurálgico, consideró Santamarina la posibilidad de una retrospección, quizá porque sabe que toda antología, como su propio nombre expresa, implica selecciones subjetivas, omisiones "no todas involuntarias" y arrepentimientos, algunos vergonzantes.
No hay en la trayectoria de San Santamarina "que es larga, coherente, muy interesante y nada interesada" ese afán tan frecuente y explicable en el ámbito artístico de acomodarse al gusto imperante, ya sea este del mercado o de la crítica.
Nunca hubo en él prisa o estrategia, ni conformidad o seguidismo y el fruto bien crecido y madurado de ese recorrido vital libre y autónomo es un artista hecho y derecho, absolutamente impar y polivalente, reconocible a primera vista y más reconocido entre las élites que conocido popularmente y por la naturaleza de su arte y oficio, genuino y deslumbrante en cuanto hace.
En todas sus series, que son como capítulos abiertos y deliberadamente inacabados, las señas de identidad que las enuncian y agrupan responden a una misma motivación estética y efusiva, aun cuando las formulaciones sean tan distintas.
En su obrador "mezcla de taller artesanal y laboratorio técnico" sus obras van tomando forma, fuerza y consistencia, consistiendo la manipulación y el método, acomodándose al contraste y la disparidad entre ellas, asimilando incluso la refutación de su mismo autor, hasta que finalmente concuerdan, se justifican y se hacen orgánicas y funcionales, tienen unidad lógica, logran existir autónomas y fraternas en una misma generación y adquieren el sentido de su inherente belleza y de su propia inutilidad utilitaria.
A fin de cuentas, en el mundo todo es geometría y todo es abstracción y en el arte, aunque en algunos casos no lo parezca, también. Y así es cómo Santamarina construye su universo de laberintos, constelaciones, pasadizos, recovecos, escondites encrucijadas y refugios: todo un repertorio de aciertos y acertijos sólo apto para miradas transparentes, mentalidades limpias y espíritus puros; en definitiva, un mensaje articulado, tangible y con futuro, dirigido, sin dirección postal determinada, a gentes con criterio y sin prejuicios, con sensibilidad debidamente activada y sin etiquetas y, sobre todo, dotadas del preceptivo buen gusto y un acreditado y razonable uso de la razón.
Evaristo Arce
Oviedo, 30 de mayo de 2021
Exposición. 19 nov de 2024 - 02 mar de 2025 / Museo Nacional del Prado / Madrid, España
Formación. 23 nov de 2024 - 29 nov de 2024 / Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) / Madrid, España