Descripción de la Exposición
Mariela Vita nació en La Plata en 1978, donde actualmente vive y trabaja.
Estudió Artes Plásticas y Diseño en Comunicación Visual UNLP. Seleccionada en el Laboratorio Federal Museo Sívori, 2021; Residencia artística Akiyoshidai International Art Village, Japón, reprogramada 2022. Obtuvo la Beca Activar Patrimonio, Museo Nacional de Artes Oriental, 2021 y Beca Creación FNA, 2019.
Entre sus muestras individuales se destacan “Un método inútil” en el Centro Universitario de Arte UNLP, con texto de Rodrigo Barcos en La Plata, 2018 y “Un cielo que se desploma” en Siberia con texto de Lara Marmor en La Plata, 2014.
Las exhibiciones colectivas de los últimos años más significativas fueron; NN PopUp en Munar, CABA y Salón Molina Campos donde obtuvo Mención de Honor, Museo Pettoruti, La Plata, 2020. “Brazos de Pulpo”, Museo MAR con Curaduría de Eva Grinstein y Guillermina Mongan, Mar del Plata y 108º Salón Nacional de Artes Visuales, CABA, 2019. En el 72º Salón Nacional de Rosario obtuvo Premio Estímulo, Rosario, 2018. “Hora de dormir”, BÚM Galería con Curaduría de Carlos Herrera, La Plata, 2016.
3.776
3.776 es la altura en metros del Monte Fuji, el pico más alto en Japón, un volcán cónico situado en la isla de Honshu, al oeste de Tokio. Lugar sagrado, sitio de peregrinación y destino turístico, el Fuji-san constituye también una imagen reiterada en la cultura popular, la literatura y el arte japoneses.
En la obra de Mariela Vita la representación del Fuji ingresa como parte de una constelación de imágenes, signos y referencias (más o menos explícitas) que aluden al Japón y, más precisamente, a determinados aspectos de la cultura japonesa que le interesan. Entre estas referencias, se encuentran las apelaciones a las imágenes kawaii (tiernas, adorables) que, extendidas a los más diversos artefactos culturales y medios -como el anime, los juguetes, la comida, la moda, el transporte o la publicidad gubernamental, entre otros muchos objetos o dispositivos-, a la vez modelan formas de consumo y comportamientos. Vita acude a lo kawaii en la imagen del Fuji o en los dibujos de vegetales, frutas, animales y objetos, en los que el tratamiento del esfumado con pastel seco remite al arte nagomi.
Junto con las referencias a la cultura japonesa, la obra de Vita entrecruza otros registros de la imagen. Incorpora y dispone materiales que convocan y reelaboran los repertorios formales y expresivos de los proyectos Proun de El Lissitzky, la vanguardia concreta y Madí o moviliza apelaciones a la imaginación surrealista, a espacios y situaciones modelados por la fantasía o a géneros artísticos como el bodegón.
A partir de la articulación de estos diferentes elementos Vita compone constelaciones de objetos, imágenes y materiales muy diversos, cuyo encuentro en el muro o en la sala de exposición, en sus instalaciones o dibujos, obedece a un movimiento vital, a la existencia de un alma que parece animarlos. Para Vita, precisamente, la producción artística está atravesada por la concepción animista de que las fuerzas de la naturaleza, los elementos naturales y el conjunto de objetos que forman parte de nuestro cotidiano, están dotados de dicho movimiento vital. Este pulso interno articula la proximidad y el contacto entre los diferentes objetos de la obra. Los mismos materiales con los que Vita trabaja -hierro, madera, neón, cuerina, tubo fluorescente, entre otros- aparecen movidos por este pulsar animista.
La obra de Vita nos invita a la detención y la pausa, a la contemplación y la escucha del susurrar quieto de los objetos, al tiempo del lento latir de los materiales y las formas.
Fernando Davis
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España