Desde que en 1990 Teresa Margolles funda junto a otros miembros el grupo SEMEFO (Servicio Médico Forense), la morgue y las salas de autopsia se convierten en su principal lugar de trabajo. Su obra se centra en la investigación no tanto de la muerte como de las implicaciones socio-culturales que manifiestan los cuerpos sin vida de una sociedad tan marcada por la violencia y las desigualdades económicas como el México actual. Durante años, la mexicana ha sondeado en sus fotografías, objetos, vídeos o instalaciones los retazos de memoria, condición social y experiencias vividas por cadáveres anónimos.

Margolles ha utilizado el agua resultante de los lavados de cuerpos de autopsias para vaporizar una sala o para mojar en ella papeles de los que resultan poéticas abstracciones. En 1999 atendió la petición de una mujer sin recursos que había abortado para que ... su feto no fuera depositado en el hospital, sino convertido en una obra de arte: Margolles realizó una cámara de hormigón a medio camino entre el ataúd y un objeto de arte minimal. Otras piezas utilizan las ropas u objetos de niños muertos en actos violentos y la artista incluso ha realizado una pieza sonora de una trepanación.

Teresa Margolles presentará en la Galería Salvador Díaz un nuevo proyecto cuyo punto de partida son los asesinatos cometidos por narcotraficantes de la región de Sinaloa, de donde es originaria la artista. Ajustes de cuentas ejemplarizantes asesinatos son ejecutados por los narcos a policías, traidores, soplones, deudores etc. dejando tras de sí la huella de sus balas en cristales de coches o escaparates destrozados. Una vez recolectados estos fragmentos de vidrio, la artista encarga a un joyero del mercado local una serie de piezas - los mismos modelos que suelen ostentar los propios narcos - en las que las piedras preciosas son sustituidas por los cristales del tiroteo. Las piezas serán presentadas en sus correspondientes vitrinas, convirtiendo el espacio de la Galería Salvador Díaz en una joyería.