La artista Marcela Valero Narváez a través de la obra “1941-2008” nos sitúa en un espacio solitario, pero cargado de indicios de una presencia que ya no es tal, y en donde la relación entre el cuerpo y los objetos se hace presente.

La artista captura el momento del adiós y al mismo tiempo del encuentro con uno mismo. El encuentro se hace presente a través de los objetos que fueron significativos para la persona amada, su padre, y que completaron un recorrido de vida con compromiso y pasión por su profesión.

La artista utiliza como medio expresivo su cuerpo desnudo, desprovisto de toda protección, preguntándose sobre la posibilidad de la vida y de la muerte, del encuentro y el desencuentro.

Como una forma de despedida su ... cuerpo se va desplegando hasta ser sólo una sombra en la habitación. Marcela se autorretrata en movimientos que prolongan un cuerpo dolido por la pérdida, desde una inclinación que rememora la posición fetal o quizás una súplica, hasta ir desapareciendo en lo finito del ser y lo infinito de la vida.