Descripción de la Exposición
Artistas participantes:
Adolfo Mexiac, Sandra del Pilar, Carl Lumholtz, Julio de la Fuente y los Hermanos Mayo, con obras pertenecientes al Archivo General de la Nación y otras a la Comisión para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas.
“Esta exposición es consecuencia de una muestra anterior, Las ideas de los constituyentes de 1917, donde se abordó el pensamiento político e ideológico de los diputados que escribieron nuestra Carta Magna. Esta muestra es una invitación a recordar que los logros de esta Constitución no fueron del todo inmediatos”, destacó la directora del recinto, Alejandra Utrilla Hernández.
Acompañada de la Coordinadora de Patrimonio Histórico, Artístico y Cultural de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, Gabriela Eugenia López Torres; de la Autoridad del Centro Histórico, Jesús González Schmal, y del curador de la muestra, el historiador Miguel Ángel Berumen, Utrilla exhortó al público a visitar la muestra que se exhibe hasta agosto.
“Esta exposición la van disfrutar mucho, porque nos invita a interactuar con ella”, destacó Gabriela Eugenia López Torres, quien describió la exposición como un ejercicio curatorial que busca profundizar y contextualizar la visión que se tiene de la Constitución de 1917.
A la par, felicitó a Berumen por mostrar en la exhibición las dos caras de la moneda, “la Constitución y todo los costos de tener esta Carta Magna que nos ha llevado a tener un país libre, aunque desde luego hay mucho más por hacer”.
González Schmal subrayó que la muestra invita a los visitantes a cuestionarse qué tanto ha cambiado el país a raíz de esta “Constitución prodigio”, primera en contener los derechos sociales, que consagró los anhelos de democracia y justicia de la Revolución Mexicana.
“Esta Constitución tuvo más aspiraciones y anhelos que posibilidades de realización, pero todas las constituciones con este sentido patriótico son utópicas, toca a las distintas generaciones ir materializando estas utopías”, reflexionó González Schmal.
Tras recordar este periodo histórico y las traiciones de la Revolución Mexicana —que costó la vida a un millón de personas—, el funcionario capitalino aseguró que esta Carta Magna “está viva y consagrada en los derechos fundamentales de la niñez, de la mujer, en nuestro derecho al sufragio libre, a la democracia y a un progreso para todos”.
Berumen compartió que el título de la exposición está inspirado en uno de los libros de la cronista Ángeles González Gamio —presente en la inauguración—, en Manuel Gamio, una lucha sin final, a manera de homenaje al antropólogo y arqueólogo mexicano.
Enfatizó que la Constitución vigente es la segunda más grande después de la india, pues mientras que la original de 1857 contenía 7 mil 500 palabras, al ser modificada en 1917 sumó 22 mil palabras, y con sus más de 600 modificaciones posteriores ahora tiene más de 60 mil.
El curador agradeció a los pintores Adolfo Mexiac y Sandra del Pilar por compartir su obra pictórica e informó que la exposición está integrada por fotografías de distintos momentos y personajes de las primeras décadas del siglo XX mexicano, de autores como Carl Lumholtz, Julio de la Fuente y los Hermanos Mayo, algunas pertenecientes al Archivo General de la Nación y otras a la Comisión para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas.
La propuesta de explorar los alcances de la Constitución no tendría mucho sentido en la actualidad —100 años después de la expedición de la Carta Magna— si no fuera porque en este lapso ha sufrido más de 600 modificaciones, las cuales no han sido gratuitas.
Tras la promulgación del contrato social pactado en 1917, miles de mexicanas y mexicanos prosiguieron luchando, a veces a costa de su propia vida, para conseguir que sus derechos fueran reconocidos e incorporados a la ley suprema de la República. Figuran entre ellos, como puede verse en la muestra, la plena ciudadanía de las mujeres, en 1953, y las reivindicaciones de los indígenas, en el año 2001.
La Constitución, bajo la lupa
Para Miguel Ángel Berumen, curador del montaje, más allá de la percepción y cambios en distintos momentos del país, “la importancia de la Constitución es absoluta, ya que continúa siendo nuestra ley suprema, lo cual no impide que al mismo tiempo esté desprestigiada entre los ciudadanos que la ven como una ficción, ya que irónicamente se presume como social y somos un país de pobres, se presume como democrática y somos uno de los países más corruptos del mundo”.
Lo relevante, en todo caso, agregó el especialista, “es entender cómo se generó, y a partir de ahí criticarla, y discutir si fue y sigue siendo un gran contrato social o un gran contrato al servicio de los grupos en el poder. El doctor Diego Valadés, por mencionar a uno de los grandes expertos en la Constitución, considera que nuestra Carta Magna debería ser reordenada, decirlo mejor y con menos palabras”.
Quien visite esta exposición en el Museo Nacional de la Revolución, explicó además el historiador, encontrará justamente una crítica, sobre todo a la forma en que se generó históricamente dicho documento, el cual fue dictado por una minoría que tuvo que ser obedecida por todos, un hecho que se refleja en las omisiones de esa carta.
“El olvido de los indígenas, las mujeres y los campesinos es un ejemplo de esas omisiones. El reparto de tierras masivamente empezó, gracias a reformas a esa Constitución, 20 años después; la mujer fue considerada ciudadana hasta 1953, y los derechos de los indígenas quedaron explícitos hasta 2001, por mencionar algunas”, apuntó.
Berumen señaló que, por otro lado, el visitante se encontrará una atípica museografía para tratar temas históricos, pues en éstas regularmente es más común rescatar los hechos y anécdotas que los conceptos.
“En 1917, una lucha sin final, la museografía tiene ese reto: contar los hechos y trasmitir los conceptos que estuvieron en juego durante los procesos históricos, de ahí que nos valgamos de pinturas que no tratan sobre el momento histórico, sino sobre los mismos conceptos, como la violencia, la corrupción, la imposición, la duplicidad de los discursos”.
El Museo Nacional de la Revolución se ubica en Plaza de la Republica, colonia Tabacalera, Delegación Cuauhtémoc.
Para conocer la cartelera completa de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, visite http://www.cultura.cdmx.gob.mx/ y en redes sociales a través de @CulturaCDMX, con los hashtags #soycultura y #CiudadSinMuros.
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