En esta muestra individual Román resume y desarrolla todas aquellas experiencias e investigaciones plásticas que han motivado su obra a lo largo de los años. Ya son casi veinte años trabajando con la Galería Isabel Ignacio en un recorrido, no sólo geográfico, -con exposiciones dentro y fuera de nuestro país-, sino también vital.

En esta ocasión, el artista nos presenta la figura femenina como punto de partida para un ejercicio de expresión puramente plástico, estético, el cual lleva implícito su temperamento como único mensaje. Se compromete exclusivamente con la belleza. Estudia la forma, la composición, la masa, la expresión del trazo. Así pues, aparece una figura femenina contundente, marmórea, inspirada en la escultura y el volumen, que en otras ocasiones ha trabajado directamente en terracota. Estas odaliscas son representadas unas veces desde los presupuestos ... clasicistas de su dibujo, siempre rotundo y gestual, académico e informalista a la vez. Otras, en cambio, se enseñan para jugar con ellas, descomponiéndose en estructuras de colores que comparten espacio bajo los códigos del contraste. Román se introduce en el constructivismo desde una perspectiva neoplasticista, así, despojando al arte de todo elemento accesorio, intenta llegar a la esencia de la escena a través de un lenguaje plástico objetivo y, como consecuencia, universal.