Milagros Delicado cierra en Cádiz y la murciana La Ribera abre en Madrid

El sector galerístico nacional está registrando en los últimos años una fuerte atracción hacia el centro, hacia Madrid. Esta semana hemos conocido dos noticias que, aunque distintas, tienen la misma orientación. La galerista gaditana Milagros Delicado ha decidido cerrar su galería, abierta en 1999, el próximo mes de mayo, según declaraba a La Voz Digital la propia galerista que argumentaba que "el sentido de la responsabilidad para con mis artistas no me ha dejado otra salida". El cierre de esta galería se produce después de la fuga hacia Madrid de otras galeristas gaditanas como Carmen de la Calle y Magda Bellotti, ambas con galería actual en Madrid.

La otra noticia es la apertura, el próximo 24 de abril, en Madrid de la nueva galería "DeMurcia" (en c/ Colmenares, 9, junto a la Plaza del Rey y el Ministerio de Cultura). Una galería, de 90 m. cuadrados de superficie, que estará dirigida por Rosa de Irún, que ha trabajado en la galería de antigüedades madrileña Artemisia, y por el galerista murciano Emilio Morales, que, desde 1997, gestiona la galería La Ribera de Torre Pacheco. Antes dirigió, junto a sus hermanos, la galeria Al-Kara, de Murcia (entre 1971 y 1975) y, después, junto a Elena Virgili, llevó Albór, también en Murcia (entre 1981 y 1983).

Objetivo de la nueva galería madrileña es la de "realizar no más de cinco exposiciones al año que tengan una duración bimestral. Comenzamos con los pintores españoles del exilio (Ramón Gaya, Ramón Pontones, Rafael Alberti, Rodríguez Luna, Germán Horacio, Soleda Martínez, Luis Seoane, Peinadór Checa, Souto, García Narezo), y seguiremos luego con Rosa Martinez-Artero, Sofía Morales, Pepe Yagues, ... y, probablemente, exposiciones individuales de pintores españoles en Mexico y Argentina, de pintores argentinos (Carlos Alonso), uruguayos (Washington Barcala), ...", señala Emilio Morales, que anuncia que la nueva galería estará presente también en ferias de Argentina y México.

Reconoce también Morales que "desde la perifería es dificil acometer el mercado institucional (museos, bancos, ...)" y aunque admite que "el mercado ha mejorado ostensiblemente, sobre todo en numero de clientes, sigue siendo un tanto extraño y desinformado". De hecho, concluye "nuestro trabajo es, en parte, precisamente ésto, enfocar, informar y ayudar a los clientes a dirigir sus colecciones, desde sus gustos, con la mejor elección posible, y por que no, pensando tambien en la compra de obras de arte como una inversión económica de futuro".