Los hermanos Eva Shakouri y Amir Shakouri, están al frente del proyecto La Caja Blanca, que cuenta por el momento con dos sedes, la de Palma de Mallorca, donde exhiben las obras de los artistas que representan o con quien colaboran puntualmente en distintos proyectos, y la sede en Londres, a modo de oficina curatorial. Decimos por el momento, porque no descartan, en un futuro abrir un espacio en Madrid, ya que, como comenta Eva Shakouri, en entrevista con Gustavo Pérez Diez, de ARTEINFORMADO, "llevamos mucho tiempo con el gusanillo de pasar más tiempo en Madrid, y nos gustaría tener una sede permanente ahí. Tarde o temprano lo haremos, pero estamos esperando el momento adecuado y el espacio más apropiado". También nos adelanta la posible participación en ARCOmadrid: "Es muy probable que participemos en 2012 con un proyecto bastante rompedor, que será muy distinto a lo típico que esperas encontrarte en una feria". De Mallorca, Eva reconoce: "que como sede para un proyecto internacional es inmejorable, en gran medida gracias a que tiene un aeropuerto que te conecta directamente con las principales ciudades europeas... y puedes recibir invitados y clientes de todo el mundo...". De la oficina de Londres que está en Nottinghill Gate, explica que: "se ha convertido en parte fundamental de nuestro trabajo,... que tiene una parte visible ''los proyectos artísticos que producimos'' y otra que no se ve pero es igual de importante, la selección precoz y el fichaje de artistas, el trabajo de prospección para apoyar la difusión de los proyectos realizados, y el centro de operaciones para los proyectos que realizamos para terceros: coleccionistas particulares, fundaciones, instituciones públicas, museos, etc...". Por último añade, que: "para los proyectos artísticos de resonancia internacional, hoy en día Londres es una plataforma sin parangón en Europa". Estas son sus respuestas.

Arteinformado (AI): La Caja Blanca ¿por qué elegísteis ese nombre? ¿Tiene algo que ver con el cubo blanco expositivo, o nada más alejado?.

Eva Shakouri (ES): Es un título que alude al concepto de cubo blanco expositivo, con un guiño irónico. Creemos que la galería de arte, como espacio neutro "caja blanca" en el que se muestran obras de arte, tiene limitaciones de las que hay que ser conscientes y con las que hay que lidiar de manera explícita. Es un modelo clásico que a menudo resulta poco adecuado para los lenguajes y las manifestaciones artísticas que están emergiendo en la actualidad. Lo ideal sería que para saber lo que es un tigre, todo el mundo pudiera ir a la selva y verlo en su hábitat natural, en vez de en un zoológico. Pero no siempre es posible, y los zoos son la segunda mejor opción. Del mismo modo, el arte contemporáneo pierde parte de su fuerza cuando se le saca del entorno para el que ha sido concebido y se muestra en un contenedor estándar (ya sea una galería de arte, un museo, o el stand en una feria de arte internacional). Por eso, los proyectos de La Caja Blanca se desarrollan y presentan en el contexto más apropiado para cada obra, ya sea la propia galería, un semisótano lúgubre del casco antiguo de una ciudad mediterránea, los salones de la casa señorial de una familia indiana convertida en nuevos burgueses, o una fábrica desafectada en un barrio multicultural londinense.

AI: ¿Cuándo y como surgió la idea de crear La Caja Blanca?

ES: Es un proyecto que creció a partir de la pasión que mi hermano Amir y yo compartimos por el arte de nuestra generación. En 2003, Amir estaba en Londres, desarrollaba una brillante carrera como "urban developer" y le interesaban sobre todo los nuevos modelos de crecimiento y regeneración de los núcleos urbanos. Yo trabajaba en una de las principales compañías internacionales de consultoría estratégica, y me había especializado en medios de comunicación. Había trabajado para empresas como Fininvest en Italia, MediaCorp en Singapur, y El País en España... Me gustaba mucho mi trabajo, que era variado y estimulante, y me hacía viajar constantemente y en el que conocía a personas muy interesantes. Pero ambos teníamos el gusanillo de montar "algo nuestro". Así, un verano, visitando a nuestros padres en Palma de Mallorca, decidimos aplicar nuestra experiencia en compañías multinacionales punteras para desarrollar ese "proyecto nuestro" alrededor de una pasión compartida por el arte. Así, La Caja Blanca no nació con vocación de ser una galería más ni un punto de venta de obras de arte, sino para crear una estructura sólida que permitiera detectar precozmente a artistas prometedores del panorama internacional, darles el apoyo necesario para crear proyectos nuevos (innovadores y rompedores), y ofrecer a nuestros clientes e inversores ?que en su mayoría acaban siendo amigos? una especie de club de mecenazgo artístico y fondo de inversores en arte. Nos interesaba crear una línea que fuera consciente de las evoluciones en el mercado de arte, pero en ningún momento fuera rehén de las modas y los bandazos que hacen "zigzaguear" el mercado. Yo definiría nuestro modelo más como un "club de inversión" que como una tienda de arte. A pesar de nuestra formación empresarial, iniciamos este proyecto por pura pasión, sin un plan de negocio ni el objetivo de convertirlo en una compañía rentable. Nuestro objetivo era hacer las cosas como entendíamos que debían hacerse en un sector que nos apasionaba, dando prioridad a la calidad y a la búsqueda de la excelencia sobre la de la rentabilidad. Cuando iniciamos este proyecto, nos dimos dos años para "hacer novillos" dedicándonos a esta pasión compartida antes de regresar a nuestras profesiones. Sin embargo, vimos que íbamos respondiendo a los retos que nos planteaban los artistas y nos adaptábamos bien a las necesidades que íbamos encontrando en el sector. Luego comprobamos que la mayoría de los artistas por los que apostábamos triunfaban rápidamente. Así, la compañía fue creciendo y sus resultados afianzaron la confianza de nuestros clientes. Ahora ya estamos enganchados a la satisfacción de hacer las cosas como creemos que deben hacerse en un ámbito que nos apasiona, y es el propio éxito de nuestros proyectos que nos permite y nos anima a seguir.

AI: ¿El equipo de gestión lo conformáis tu hermano y tú o contáis con más colaboradores?

ES: Amir y yo somos los directores de la galería y contamos con los colaboradores más adecuados para cada proyecto. Los equipos se forman de acuerdo con las necesidades de cada proyecto, y los proyectos son tan diversos entre sí que los perfiles de esos colaboradores son tremendamente variados. Sólo exigimos que sean los mejores en cada uno de sus campos. Por ejemplo, cuando hacemos un proyecto "offsite" en Londres, contratamos desde los carpinteros necesarios para construir la escenografía, hasta el equipo de catering y los DJ?s. Pero con frecuencia, nos implicamos tanto en cada proyecto que nos arremangamos y nos metemos a fondo para lo que haga falta. No es raro que cuando los carpinteros que han montado la escenografía se han ido a casa, y los guardias jurados hayan cerrado el recinto, Amir y yo volvamos de la cena con coleccionistas, para echar un último vistazo antes de irnos a casa y decidamos subirnos a un andamio para mover ese proyector unos milímetros para que la imagen quede perfectamente cuadrada. Dicho esto, el trabajo en equipo es una de las facetas que más disfrutamos. Somos muy estrictos en la selección de nuestros colaboradores, por lo que casi todos ellos -incluso aquéllos a los que contratamos para un proyecto puntual-, terminan convirtiéndose en relaciones profesionales duraderas, y los proyectos recurrentes se convierten en excusas perfectas para volver a trabajar juntos.

AI: ¿Cúal es vuestra formación o de que campos provenís? ¿Cuál ha sido vuestra trayectoria profesional antes de iniciar este proyecto?.

ES: Amir estudió ingeniería, construcción y desarrollo urbano en Londres. Yo estudié literatura en Londres, historia del arte en París, y luego hice un Master en Empresariales en una escuela internacional de negocios, que se desarrolló en varios países. Los dos hemos vivido entre Irán, España y el Reino Unido, con lo que hemos tenido contacto con distintos entornos académicos y filosofías de trabajo. La oficina de Londres está en Nottinghill Gate, una zona céntrica y muy cosmopolita. La abrimos en 2006, y se ha convertido en parte fundamental de nuestro trabajo, que como sabes tiene una parte visible (los proyectos artísticos que producimos) y otra que no se ve pero es igual de importante; la selección precoz y el fichaje de artistas, el trabajo de prospección para apoyar la difusión de los proyectos realizados, y el centro de operaciones para los proyectos que realizamos para terceros (coleccionistas particulares, fundaciones, instituciones públicas, museos, etc.). Para los proyectos artísticos de resonancia internacional, hoy en día Londres es una plataforma sin parangón en Europa. Por ejemplo, dentro de unas semanas, coincidiendo con Frieze Art Fair, organizamos visitas especiales para nuestros clientes a talleres de artistas afincados en Londres, y galerías de referencia en su segmento, como la Haunch of Venison o Green Cardamom. Dentro de unos meses presentaremos un libro sobre el proyecto Confesión de la artista guatemalteca Regina José Galindo (Guatemala, 1974), con textos de Julian Stallabrass en la Courtauld Institute of Art. Estamos preparando la presentación de varios proyectos de artistas emergentes españoles en Londres y Oxford que tendrán lugar a finales del 2011.

AI: También sois editores. ¿Nos podrías comentar algo sobre esta faceta?

ES: Aunque sabemos que muchas entidades públicas destinan presupuestos ingentes a proyectos editoriales de interés institucional o local, que a veces ni siquiera se distribuyen, nuestro modelo de negocio no se centra en la caza de subvenciones públicas que desde nuestro punto de vista ha penalizado enormemente el sector en España. La Caja Blanca sólo edita publicaciones monográficas sobre proyectos artísticos que ha producido. Suelen ser publicaciones muy especializadas, que permiten conocer los proyectos desde un punto de vista conceptual o a situarlo a partir de una visión panorámica de la historia del arte. Nuestra distribución es algo que cuidamos mucho y se hace de manera muy selectiva. Por ejemplo, uno de nuestros próximos proyectos editoriales es el ya citado antes y que se centra en una "performance en vivo" creada por Regina José Galindo, en la que los textos han sido elaborados por uno de los críticos de arte de referencia, el Dr. Julian Stallabrass. Como suele ocurrir con todos nuestros proyectos, es una monografía que permite comprender mejor la obra de arte y profundizar en el contexto del cual emana. Julian formó parte del equipo de trabajo desde que este proyecto se concibió, por lo que lo conoce perfectamente y es un privilegio contar con su análisis. De hecho, las fotografías que se han presentado en los museos y festivales de todo el mundo representando el proyecto "Confesión" de Galindo, fueron realizadas por Julian, que nos acompañó y participó en todo el proceso.

AI: ¿Cúal es el perfil de los artistas que representáis y que programáis en La Caja Blanca?

ES: "Seriously emerging art". Nos especializamos en detectar precozmente artistas de talento y trabajar codo a codo con ellos para producir proyectos de calidad que se presentan en todo el mundo y les ayudan a posicionarse en el ámbito internacional. Somos muy selectivos y presentamos sólo cuatro proyectos al año. En este tiempo hemos podido trabajar con artistas como Katie Paterson (Reino Unido, 1981), que invitamos a Mallorca cuando era una estudiante desconocida. Dos años más tarde estaba exponiendo en la Tate Britain, como artista seleccionada para la Tate Triennial. La obra que produjimos en Mallorca con Regina José Galindo en 2007, ya ha pasado por MoMA PS1 de Nueva York, el Modern Art Oxford y la Bienal de Venecia. Un año después de presentar su primera exposición individual, Richard Mosse (Irlanda, 1980) recibió el prestigioso premio Leonore Annenberg Performing and Visual Arts Fellowship, una beca de doscientos mil dólares durante dos años para realizar proyectos artísticos.

AI: Habéis participado en la Nit de l''Art 2010, hace escasas fechas, con un proyecto inédito de la artista israelí Noa Lidor (1971) para La Caja Blanca. ¿Partícipáis en más eventos de este tipo dentro del contexto mallorquín o balear?

ES: Creemos que el arte contemporáneo se desvirtúa y "enmudece" cuando se le desconecta del contexto del que nace. Intentamos que, siempre que sea coherente con la intencionalidad del artista, el aspecto "site-specific" de nuestros proyectos sea explícito y vaya implícito en el trabajo curatorial, y que por lo tanto, el haber sido producido en un sitio concreto suponga un valor añadido y no sea sólo un accidente circunstancial. Siempre que empezamos a hablar con un artista sobre un proyecto nuevo, le preguntamos: "¿Por qué aquí, por qué tú, y por qué ahora?". Puesto que muchos de los proyectos que realizamos se producen en Mallorca aunque luego viajan a otras ciudades del mundo, mimamos y cultivamos nuestra relación con Mallorca y el pulso de su sector cultural. Nuestra presencia se nota en la isla, del mismo modo que la isla deja su impronta en los proyectos que aquí se realizan. Cuando estos viajan por el mundo y se presentan en festivales internacionales, llevan consigo un pedacito de nuestra isla. Por otra parte, nos encanta trabajar en Mallorca. Es un lugar que nunca te deja de sorprender, lleno de personas extraordinarias que viven ahí, todo el año o sólo de vez en cuando. Un verdadero crisol donde, además de las raíces españolas, se vive el Mediterráneo y se palpan influencias de África, Italia, Francia, el mundo musulmán, la cultura cristiana y la judía, y que en las últimas décadas se ha enriquecido con aportaciones de todos los rincones del mundo. En un territorio tan pequeño, conviven culturas, personajes de todo tipo; lo más alejado del microcosmos provinciano que uno se pueda imaginar. Como sede para un proyecto internacional es inmejorable, en gran medida gracias a que tiene un aeropuerto que te conecta directamente con las principales ciudades europeas, permitiéndote estar donde quieras, cuando quieras, y a recibir invitados y clientes de todo el mundo sin los típicos contratiempos asociados a las grandes urbes ni los reveses que encuentras en ciudades pequeñas que no están preparadas para recibir visitantes internacionales.

AI: A parte de ese tipo de eventos, ¿váis a ferias de arte? ¿Tenéis pensado acudir o aplicar a alguna feria? ¿O no son de vuestro interés este tipo de eventos comerciales, por el momento?.

ES: Los festivales, bienales y las exposiciones colectivas, son contextos en los cuales participamos a través de los proyectos de nuestros artistas. De cara a las ferias, nuestra intención era empezar a entrar en el circuito de las ferias en el 2008, comenzando con aquellas que se especializasen en arte emergente. En España, Loop nos parecía un punto de partida perfecto para los vídeos de artista, y como feria, Zoo en Londres tenía el perfil que nos parecía más acorde con el tipo de arte que presentamos. Sin embargo, las ferias de arte son un negocio en sí mismos, y han sufrido las consecuencias de la crisis económica, incluso más que las galerías. Por eso, en este momento hemos preferido concentrarnos en nuestro modelo de presentación independiente "estilo pop up gallery", y colaboraciones con otras galerías para aprovechar las sinergias, hasta que hayamos identificado las ferias que resulten más acordes a nuestros proyectos. En cuanto a ARCOmadrid, aunque reconocíamos la importancia del papel que ha jugado en el desarrollo del sector del arte contemporáneo en España, no considerábamos que fuese un foro adecuado para nuestros proyectos. Sin embargo, creemos que las personas imprimen su impronta a los proyectos que lideran, y desde que Carlos Urróz ha asumido su dirección, nos hemos sentido muy tentados. Es muy probable que participemos en 2012 con un proyecto bastante rompedor que será muy distinto a lo típico que esperas encontrarte en una feria.

AI: ¿Cuáles son las galerías e instituciones con las que colaboráis normalmente?

ES: La colaboración con otras galerías y espacios en Londres. Principalmente son colaboraciones para compartir proyectos y artistas, de cara a maximizar la difusión de éstos. Entre las galerías y museos con los que colaboramos en este sentido, están: La galería Haunch of Venison, con la que estamos organizando una recepción especial y una visita guiada para nuestros clientes por la artista Katie Paterson (que fue uno de los primeros fichajes de La Caja Blanca); La galería Green Cardamom, con la que compartimos la representación de la artista Noa Lidor (Israel, 1971); El museo Modern Art Oxford, donde han sido presentados numerosos trabajos producidos en colaboración con La Caja Blanca, como por ejemplo obras de Regina José Galindo, Yara El-Sherbini (Reino Unido, 1978) y Katie Paterson; Visiting Arts (una entidad financiada por la British Arts Council), con la que hemos colaborado para la difusión de proyectos artísticos comisariados y producidos por nosotros para clientes institucionales, como el Gobierno de las Islas Baleares; La Slade School of Arts es una de las instituciones académicas con las que tenemos más relación. No nos perdemos ninguna de las exposiciones de fin de carrera, donde hemos conocido a algunos de los artistas que hoy en día se han convertido en estrellas del panorama internacional. Hemos facilitado, entre otras cosas, el desarrollo de un programa tipo residencia de artistas en colaboración con la Fundación Pilar i Joan Miró en Mallorca. La residencia es una de las plataformas más atractivas para los artistas españoles que deseen realizar una estancia en Londres, presentar su obra y obtener acceso a la magnífica red de contactos de la Slade.

AI: Por último, ¿en qué proyectos estáis trabajando en la actualidad?

ES: Los ciclos de vida de los proyectos en nuestro sector son muy largos. Ahora se están materializando proyectos que estábamos diseñando hace dos años. Hoy estamos trabajando más tiempo en Londres ya que las oportunidades que están apareciendo son estupendas. Estamos aprovechando la relativa calma que estamos viviendo en España para potenciar los proyectos en otras ciudades del mundo, los resultados de este trabajo se verán en 2011 - 2012. También llevamos mucho tiempo con el gusanillo de pasar más tiempo en Madrid, y nos gustaría tener una sede permanente ahí. Tarde o temprano lo haremos, pero estamos esperando el momento adecuado y el espacio más apropiado. ARTEINFORMADO