Descripción de la Exposición ------------------------------------------------------- ------------------------------------------------------- Marie-Pierre Guiennot es una artista cuyo punto de vista nos hace sentir el Uno Mismo que somos entre todos (y cada uno) a través de nuestra esencia más elemental, celular y cósmica, que corre en una misma línea vertical a partir de nuestros átomos y que se ve reflejada en la distancia millonésima del universo infinito, hermanando en una sola visión el lindero inexistente entre la vida y la muerte, la medicina y el arte, lo que somos biológicamente y lo que somos como seres, hijos de una creación perfecta y asombrosa. Para Marie-Pierre todo está unido por un mismo hilo conductor: el arte, y de esta forma se interna en el cuerpo humano radiografiándolo poéticamente, mostrándolo como se muestra la acuarela de un paisaje o un cielo descabellándose en el crepúsculo. Su propia visión radiográfica la lleva precisamente a utilizar las radiografías físicas como uno de sus materiales más recurrentes, poniendo así de manifiesto, tanto el significado como la orientación y la inspiración de su obra. Este análisis de 'eso' que somos, la primera verdad de la creación, enamora a Marie-Pierre y la lleva a parafrasearla en todo tipo de 'retratos', tanto escultóricos como pictóricos, en un extenso y hermoso diálogo entre la esencia y la pureza del ser, intentando descubrir si estamos o no separados en espíritu de la carne misma, y si la carne puede ser también divina. La artista nos da a entender que sí, que el espíritu puede estar encarnado en la hondura de nuestras células, y que la materia de la que estamos hechos es, al fin y al cabo, la misma de la que están hechas las estrellas. Nuestros mecanismos son idénticos a los mecanismos que sostienen al universo: el misterio de los soles, la ingravidez, las rotaciones; y en nosotros, los huesos, los cartílagos, fluidos, el plasma, las plaquetas, unido todo en una sola ecuación que Marie-Pierre resuelve con la gentileza de una amante que describe a su amado desde sus también amadas imperfecciones con tal de ver plasmada su auténtica expresión, la suma de sus defectos y virtudes, pues la belleza de un ser es infragmentable. En la obra que se expone el 10 de mayo en Coll Blanc, la artista nos permite apreciar otro gran aspecto de su creatividad: su trabajo con radiografías tratadas con ciertos elementos químicos, casi como si fueran acuarelas, en las cuales también nos muestra su pasión por el color y la delicadeza que, a través de este método, encuentra su expresión más sutil, su alegato más poético. Sin abandonar jamás la inspiración de sus haceres, Marie-Pierre Guiennot nos da a conocer la maravillosa diversidad que es capaz de capturar en un solo material con el que no deja de contemplar la belleza del ser biológico, la medicina, y la interacción de dichos elementos por medio de una visión artística que va y ve más allá de lo puramente objetivo en su tácita definición. Las similitudes de forma y color de esta exposición en cada uno de sus elementos, nos lleva a pensar, tal vez, en nuestras propias diferencias, tanto físicas como espirituales, y en que esos retratos de la osamenta son retratos de nosotros; nosotros atravesados por el rayo de una mirada amable pero implacable también, que nos ama y nos diluye en el amor de su arte para que seamos amados y desleídos en lo más puro que verdaderamente somos: la belleza.
En su obra, Marie-Pierre Guiennot desafía las fronteras entre la medicina y el arte para contemplar nuestras hechuras desde su más profunda y perfecta esencia biológica: la pura belleza de ser lo que somos, que ella desgaja, diluye y atraviesa.
Exposición. 12 nov de 2024 - 09 feb de 2025 / Museo Nacional Thyssen-Bornemisza / Madrid, España