Descripción de la Exposición Iñaki Imaz Urrutikoetxea (Donostia, 22/01/1965), expone en Galería Alegría (Dr. Fourquet 35) un conjunto de obras realizadas entre los años 2006 y 2013 y organizadas en dos fases, del 14/09/2013 al 12/10/2013 y del 17/10/2013 al 09/11/2013, bajo los títulos genéricos de Imaz (I).5 lobitos, e Imaz (II). Masa Cándida. La reunión de las obras en momentos y grupos diferenciados bajo consignas diferentes, pretende establecer dos mundos de evocación que, sin resultar de ningún modo excluyentes, evidencian dos de las preocupaciones fundamentales de su autor, que en realidad son una sola: la relación entre el yo y el nosotros. La posibilidad de uno y de otro, sus modos de existencia. Ese interés que podríamos considerar general, deviene explícito a partir de la materialización pictórica. No se trata de que los cuadros ilustren la idea; el tema mismo ha surgido de la observación de lo pintado. Así, 5 lobitos (del 14/9/2013 a 11/10/2013), agrupa obras que tienen que ver, de un modo u otro, con ensayos que investigan y cuestionan en torno a la cuestión de separación entre lo mirado y quien mira; de ahí las tentativas de comprobación de la efectividad de ciertos límites de la pintura y el deseo de intensificar su capacidad de afección corporal. Masa Cándida (del 14/100/2013 a 9/11/2013), por su parte, congrega otro tipo de trabajos en los que, si bien la preocupación por los límites no ha desaparecido, la mencionada afección corporal se vive en carne propia y se concreta en el perfil de figuras que materializan, tal vez de una manera imaginaria, una unión deseada: mirantes-mirados-mirantes. Si en 5 lobitos el límite pictórico funciona como analogía de la frontera entre lo individual y lo colectivo, en Masa Cándida lo es la figura, también pictórica, como materialización de una vivencia personal de la no separación. En ambas agrupaciones podríamos decir que la pintura se muestra en conflicto consigo misma como autoridad, entendiendo como tal no sólo la tradición, sino también un ideal personal de seriedad, de madurez formal y colorística (representada por formas abiertas y colores entonados, algo así como la pintura de Rembrandt), al que algunas de las obras expuestas parecen aspirar, mientras que otras parecen aborrecer. Lo contrapuesto a lo aborrecido es el amor por delimitar y colorear, por el color como relleno, y por la línea como separación radical. El conflicto se materializa en una huida permanente: de la línea limpia que aísla, a la que flota en atmósferas sucias y viceversa; del color 'colocado', al color que lo inunda todo y viceversa. En ocasiones, la huida supera los límites del marco y la planitud, y el color se hace objeto. Si la huida, alguna vez, se consuma, lo hace a través de acordes de color que alcanzan un tono que no es ni sentimental, ni infantil, ni adolescente. No es tampoco, sin embargo, el tono de una madurez autoritaria, sino, más bien, el de una destrucción alegre que acompaña al nacimiento de lo nuevo y que, en tanto que muerte nueva, sucede de manera diferente cada vez.
Exposición. 17 dic de 2024 - 16 mar de 2025 / Museo Picasso Málaga / Málaga, España
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España