Desde su traslado a Berlín, Sergio Belinchón ha estado haciendo acopio de found footage --material de archivo encontrado-- como películas en súper 8, y mediante la selección y el montaje, estos films son reutilizados para seguir contando las historias que le interesan. Fruto de estos recientes trabajos es la serie Take 1, título de la última serie para la Galería La Caja Negra. El punto de partida de este nuevo trabajo son unas películas, en donde Belinchón desmenuza el mundo del cine desde las diferentes filmaciones amateurs de un autor anónimo. Aplicando un montaje aséptico y científico, se muestra una película formada únicamente por la toma 1 de cada uno de los diferentes planos, dejando al descubierto los aciertos de la filmación, así como fallos y errores del rodaje y de los actores, que son los empleados de una multinacional representando su propio trabajo. Así pues, la serie ... es una reflexión sobre los procesos de trabajo, sobre la propia representación y un documento sobre la época, tan cercana y tan lejana de nosotros. Junto al video se presenta una serie de veinte fotografías extraídas de esas filmaciones y que es el punto de partida de cada una de ellas.

Los trabajos de Sergio Belinchón son el registro de esos lugares que él ha ido encontrando en un recorrido siempre tentador por paisajes o espacios arquitectónicos donde el hombre realiza muchas de las actividades que lo constituyen como tal. Fotografías y vídeos que hablan de la presencia humana a través de su rastro y de su falta, y que intentan reflejar nuestro actual mundo invertido, donde lo verdadero es como la otra imagen de lo falso. El artista valenciano empezó su carrera fotografiando ciudades como una manera de analizar el territorio en que vivimos, explorando la relación del hombre con su entorno y el modo de ocupar el espacio. Continuó con trabajos sobre el desierto chileno con la intención de convertirlos en un espejismo de sitios inciertos y para transmitirnos la desolación de lo inabarcable y de pueblos casi olvidados. De estos espacios desolados Belinchón nos llevó a imágenes de lugares de ocio y parques temáticos, en los que la ficción y la realidad intercambian constantemente sus lugares como si fueran continuamente reflejados por espejos ocultos.