Descripción de la Exposición ------------------------------------------------------- ------------------------------------------------------- Pintor de la imaginación y del subconsciente en plena hegemonía del naturalismo, contemporáneo de los impresionistas, con los que expuso en 1886, pero con los que no compartió la misma estética, Odilon Redon (Burdeos, 1840-París, 1916) fue un artista al margen. A pesar del papel fundamental que ha desempeñado en la génesis del arte moderno, así como de su innegable celebridad y de haber producido una obra, a día de hoy, presente en casi todos los grandes museos, sigue siendo uno de los artistas menos conocidos del cambio de los siglos XIX y XX. Con el objetivo de difundir su importante y original obra, FUNDACIÓN MAPFRE dedica la primera gran exposición monográfica de Odilon Redon en España. Su recorrido cronológico parte de sus inicios como grabador bajo la tutela de Rodolphe Bresdin y llega a la época del color y de sus grandes decorados, desde lo que llamó sus Negros, en la atmósfera de los simbolistas, hasta las escenas mitológicas y el incandescente Carro de Apolo, himno a la luz. Este camino seguido por el artista de la sombra a la claridad no tiene parangón en la historia del arte y es presentado en esta muestra a través de la elección de ciento setenta obras maestras de distintas instituciones, que comprenden óleos, dibujos, grabados, paneles decorativos y bocetos para textiles. La exposición está comisariada por el Dr. Rodolphe Rapetti, investigador del Institut National d'Histoire de l'Art de París, y cuenta con la asesoría científica del Dr. Fred Leeman, ambos reconocidos expertos en la obra de Odilon Redon. Entre las instituciones que han colaborado generosamente para la realización de esta exposición, destaca sin duda el Musée d'Orsay, que ha ofrecido un centenar de obras de sus colecciones para este acontecimiento en Madrid. Igualmente, el Gemeentemuseum de La Haya, que conserva las pruebas de grabado y las series integrales de litografías de Redon, también ha contribuido ampliamente a través de más de medio centenar de préstamos. Completan la muestra otras importantes obras provenientes del Museo Van Gogh y del Rijksmuseum de Ámsterdam, el Museo de Bellas Artes de Burdeos, el Staatliche Kunsthalle de Karlsruhe, así como de importantes colecciones particulares extranjeras. Breve reseña biográfica Tras dudar durante un tiempo sobre su vocación, Redon decide convertirse en pintor en los años finales del romanticismo, después de haberse interesado por la arquitectura. El prestigio de Delacroix le marca profundamente, pero encuentra su inspiración sobre todo en el grabador Rodolphe Bresdin (1822-1885), de personalidad extraña y marginal, con el que se forma en Burdeos a partir de 1865, después de haber pasado brevemente por las clases de Jean-Léon Gérôme en la École des Beaux-Arts de París. Bresdin le enseña no solamente el arte del grabado, sino también una forma particular de mirar a lo real, como trampolín hacia lo imaginario. En 1879 un primer álbum de litografías, titulado evocadoramente En el sueño, hace que Redon sea conocido en el medio literario parisino, donde comienza a interesarse por temáticas sujetas a la realidad contemporánea. No se trata de una obra completamente nueva: Redon, como señalará más tarde, retoma ciertos dibujos antiguos, carboncillos realizados en la soledad de Peyrelebade -propiedad familiar en la región bordelesa situada en los confines de las Landas y del Medoc-, y los abre al arte de la vida de su tiempo. Todavía hoy en día se trata de aclarar la creación de estos dibujos, de técnica e inspiración tan personales que se debe reconocer su originalidad innata. Su carácter poderosamente onírico convierte estas obras en precursoras del surrealismo. Su fuerza sugestiva resulta innegable. Aunque Redon practicó la pintura desde los inicios de su trayectoria profesional, sería gracias a las litografías y los carboncillos como conseguiría notoriedad. Exploró un mundo inquietante, derivado de su imaginación y enriquecido por las lecturas de Baudelaire o Edgar Allan Poe, así como de las teorías evolucionistas de Darwin. Sus imágenes, muchas veces macabras, donde los seres deformes evolucionan entre paisajes lacustres, con un claroscuro visto en Rembrandt, chocan con la mayor parte de sus contemporáneos. Algunos temas vuelven de manera obsesiva, como la esfera o el ojo, la cabeza cortada, el agua originaria, la vida microscópica, el monstruo, el ángel caído, el sol negro o incluso la figura del mártir o del místico. No obstante, la mayoría se traduce en algunos de sus mejores pasteles (Parsifal, Cristo, El Buda). La temática redoniana oscila permanentemente entre lo extraño y lo religioso. Los años 1880, en los que Redon se eleva como estrella en el cielo nuevo del simbolismo, corresponden al apogeo de los Negros y hacen del artista alguien cercano a Huysmans (quien se inspira en su obra para escribir la famosa novela A contrapelo, arquetípica del simbolismo decadente), a Mallarmé, Élémir Bourges, Gauguin y Émile Bernard. Muchos críticos disciernen en su producción una sensibilidad y un estilo completamente originales. Redon multiplica las series litográficas, mientras que su obra, durante tanto tiempo desconocida, comienza a llamar la atención de ciertos aficionados. Dos exposiciones monográficas de sus Negros en 1881 y 1882 difunden sus aportaciones entre el público parisino, pero es con la serie de litografías Homenaje a Goya (1885) cuando Redon, con esta referencia al maestro español, es reclamado como una de las grandes figuras de lo fantástico. A partir de 1886, su participación en la exposición del grupo de los XX, círculo artístico innovador de Bruselas, marca el inicio de sus sólidos vínculos con Bélgica y sus escritores, especialmente, Émile Verhaeren, y le confiere un reconocimiento internacional que no hará más que crecer. La litografía, donde Redon demuestra una inventiva técnica sin par, es en ese momento el medio privilegiado de difusión de su producción artística. Redon ilustra igualmente varias obras de los simbolistas belgas. Precedido por una litografía sobre el mismo tema, el lienzo Ojos cerrados marca en Redon lo que se puede denominar su paso al color -con el que, sin embargo, no había dejado de pintar desde sus inicios-. Con todo, hasta 1890, las pinturas y los Negros constituían dos dominios estancos: el color sólo era utilizado para estudios sobre motivos como el paisaje, mientras que los temas de la imaginación estaban reservados al carboncillo o la litografía. A partir de esta fecha, el universo onírico de los Negros será progresivamente sustituido por la pintura y el pastel. Hasta aproximadamente 1900, Redon mantendrá una vertiente colorista y una negra, aunque esta última irá desapareciendo paulatinamente. En 1899 publica su último álbum litográfico: El apocalipsis de San Juan. Los años 1890, que coinciden con la expansión del simbolismo en las artes, son testigo de un aumento en la notoriedad de Redon. A partir de 1893, el marchante Ambroise Vollard le compra obra regularmente. En 1894 se organiza su primera retrospectiva en la galería Durand-Ruel, un acontecimiento que precede una gran serie de exposiciones en Europa Central, Rusia y Estados Unidos. En esta época, Redon se aproxima a los círculos ocultistas parisinos. En la última década del siglo XIX se aproximan a él nuevos aficionados, generalmente, de grandes fortunas: especialmente, el holandés Andries Bonger, y más tarde el francés Robert de Domecy. Este último encarga a Redon realizar la decoración de su Château de Sermizelles en Borgoña (1900-1901), un espacio que está reconstruido en esta exposición. Esta obra excepcional será especialmente difícil y marca el inicio de una nueva relación en el artista con el color y con el espacio. La venta de los bienes familiares de Peyrelebade en 1897 ensombrece este periodo, durante el cual Redon adquiere el estatus de artista mayor en opinión de los críticos de vanguardia. En 1900 conoce a Gustave Fayet, para el que realiza en 1910-1911 la decoración de la biblioteca de la Abadía de Fontfroide. Mientras, establece nuevas relaciones, especialmente con el poeta Francis Jammes, el pianista Ricardo Viñes, y se convierte en una figura tutelar para los jóvenes artistas del color, en particular, el grupo de los Nabis. Tendrá contacto con Bonnard, Vuillard, Maurice Denis, Sérusier y, más tarde, Matisse. En el cambio del siglo XX, los coloridos de Redon se vuelven más intensos, especialmente, en el pastel, donde se confirma como un maestro de una originalidad absoluta. Paralelamente, aparecen en su obra temas de la mitología grecolatina, así como flores. Sus jarrones, intimistas, pero al mismo tiempo, extrañamente exuberantes, obtienen un gran éxito. El dominio de las artes decorativas le permite dedicarse a los grandes formatos. Redon describirá el último periodo de su vida como el del equilibrio y la felicidad, conseguidos tardíamente. En 1913, André Mellerio publica el catálogo razonado de sus grabados. No es hasta la muerte de Redon cuando aparece A sí mismo, recopilatorio de textos autobiográficos y reflexiones sobre el arte, donde se aprecia la naturaleza meditativa del artista, que se confirma como un auténtico escritor. Odilon Redon muere en París en 1916, dejando inacabado su último óleo, Virgen, expuesto en la selección de FUNDACIÓN MAPFRE. La exposición La vertebración de la muestra Odilon Redon (1840-1916) se ha realizado siguiendo criterios cronológicos. El discurso se inicia en los primeros estudios del natural, undamentalmente paisajes del sur de Francia. El resto de la planta baja está dedicada a su inquietante mundo interior, representado en sus Negros: carboncillos y litografías, entre las que destacan sus series En el sueño, A Edgar Poe y Los orígenes -donde se aprecia su fascinación por el darwinismo-. Su admiración por los grabados de Francisco de Goya, quien había vivido veinte años antes en Burdeos, ciudad de origen de Redon, se manifiesta en el álbum de litografías Homenaje a Goya. En la primera planta, el visitante se sorprenderá en el espacio que acoge el cambio experimentado por Redon de la oscuridad precedente hacia la luz y el color, gracias a la reconstrucción del comedor del Châteaux de Domecy, con su sutil universo floral presentado en una quincena de paneles decorativos. La obsesión por la mirada interior, paraíso de la imaginación, se hace evidente en el conjunto presentado de sus recurrentes Ojos cerrados. El recorrido continúa por importantes lienzos, dibujos y pasteles de esta última época, entre los que destacan Ofelia con capa azul; la poco conocida La rama florecida; Virgen, último cuadro inacabado de Redon; y el bello y triunfal El carro de Apolo. Igualmente, una de las mayores aportaciones de esta exposición es el Autorretrato inédito, una fascinante sanguina del artista maduro, fechada alrededor de un lustro antes de su muerte. El catálogo Con ocasión de esta exposición, se ha publicado un catálogo científico que recoge los ensayos de Rodolphe Rapetti, Fred Leeman y Guy Cogeval sobre aspectos generales y específicos de la vida y obra de Redon. Igualmente, se presenta un texto de Idoia Murga Castro sobre la relación del pintor francés con España, a través de su fascinación por Goya, sus viajes por la Península, su amistad con Ricardo Viñes y la recepción que experimentó su obra entre los artistas españoles a partir de 1916. El atálogo se completa con la reproducción de las ciento setenta obras de la exposición, acompañada de sus respectivos comentarios, que constituirán un volumen de referencia en español para todo aquel que quiera conocer la trayectoria y las aportaciones de Odilon Redon. Programa educativo De forma paralela a la exposición Odilon Redon (1840-1916) y como ya viene haciendo desde hace años, el Instituto de Cultura de FUNDACIÓN MAPFRE ofrece visitas-taller dirigidas a colegios y familias. VISITAS-TALLER PARA COLEGIOS: dirigidas a estudiantes de Educación Infantil, Primaria, Secundaria, Bachillerato y otras enseñanzas. 'Sumergidos en un mundo de fantasía' (Taller de Arte) Infantil y primer ciclo de primaria: martes y jueves lectivos (10 de febrero - 29 de abril de 2012). De 10:00 a 11:45 h. Segundo y tercer ciclo de primaria: miércoles lectivos (10 de febrero - 29 de abril de 2012). De 10:00 a 12:00 h. 'El simbolismo. Sueños y pesadillas' (Taller de Arte) Secundaria: Viernes lectivos (10 de febrero - 29 de abril de 2012). De 11:30 a 13:30 h. Bachillerato: Martes y Jueves lectivos (10 de febrero - 29 de abril de 2012). De 11:30 a 13:30 h. Lugar: SALA RECOLETOS. Paseo de Recoletos, 23. 28004 Madrid Datos prácticos y más información: www.fundacionmapfre.com. Telf. 91-3232872 VISITAS-TALLER PARA FAMILIAS: 'Sumergidos en un mundo de fantasía'(Taller de Arte) Niños de 4 a 6: Sábados y Domingos de 10.00 a 12.00 h. Niños de 6 a 12: Domingos de 16:30 a 18.30 h. 'El simbolismo. Sueños y pesadillas' (Taller de Arte) Para niños de 12 a 16 años: domingos 19 de febrero, 18 de marzo y 22 de abril de 16.30 a 18.30 Dónde: Sala Recoletos. Paseo de Recoletos, 23. 28004 Madrid. Datos prácticos y más información: www.fundacionmapfre.com. Telf. 91-3232872
Fundación Mapfre dedica la primera gran exposición monográfica de Odilon Redon (1840-1916) en España. Su recorrido cronológico parte de sus inicios como grabador bajo la tutela de Rodolphe Bresdin y llega a la época del color y de sus grandes decorados, desde lo que llamó sus Negros, en la atmósfera de los simbolistas, hasta las escenas mitológicas y el incandescente Carro de Apolo, himno a la luz. Este camino seguido por el artista de la sombra a la claridad no tiene parangón en la historia del arte y es presentado en esta muestra a través de la elección de ciento setenta obras maestras procedentes de distintas instituciones, que comprenden óleos, dibujos, grabados, paneles decorativos y bocetos para textiles. La exposición está comisariada por el Dr. Rodolphe Rapetti, investigador del Institut National d Histoire de l?Art de París, y cuenta con la asesoría científica del Dr. Fred Leeman, ambos reconocidos expertos en la obra de Odilon Redon. Entre las instituciones que han colaborado generosamente para la realización de esta exposición, destaca sin duda el Musée d Orsay, que ha ofrecido un centenar de obras de sus colecciones para este acontecimiento en Madrid. Igualmente, el Gemeentemuseum de La Haya, que conserva las pruebas de grabado y las series integrales de litografías de Redon, también ha contribuido ampliamente a través de más de medio centenar de préstamos. Completan la muestra otras importantes obras provenientes del Museo Van Gogh y del Rijksmuseum de Ámsterdam, el Museo de Bellas Artes de Burdeos, el Staatliche Kunsthalle de Karlsruhe, así como de importantes colecciones particulares extranjeras