El título de esta exposición cita, irónicamente, una afirmación atribuida al filósofo alemán Georg Wilhelm Friedrich Hegel, autor de la Fenomenología del espíritu, que impactó a la artista hace muchos años, cuando la leyó por primera vez: 'La mujer es el fondo indiferenciado de la consciencia...'.

Como la propia Eva Lootz señala: 'Mucho han cambiado las cosas desde los tiempos de los famosos tres amigos de Tubinga, y más que cambiarán, pero seríamos unas ingenuas si perdiéramos de vista la roca de prejuicios contra la que se estrellaron durante siglos las mujeres, lo que se refleja tan plásticamente en esta frase'.

En la muestra cacereña, Lootz se ha dejado llevar 'llevar por la corriente de energía' que emana de la obra de una serie de creadoras más o menos recientes y ha realizado ... la serie 'Las imparables': veinte retratos imaginarios de mujeres como Ingeborg Bachmann, Galina Ustvólskaya, María Zambrano, Clarice Lispector, Laurie Anderson, Patricia Highsmith, María Moliner o Grete Schütte-Lihotzky, entre otras.

A estos dibujos ha añadió la escultura 'Camisa de verano', una suerte de camisón en forma de letra T, formada por veintiséis planchas de muletón, parafina y lana, yuxtapuestas y anudadas, en las que cada una muestra un corte profundo (¿puñaladas?) remarcado con un borde de lacre, material con el que antiguamente se sellaban las cartas.