Descripción de la Exposición ------------------------------------------------------- ------------------------------------------------------- El Museo Thyssen-Bornemisza presenta por primera vez en España, una exposición monográfica dedicada a la artista impresionista Berthe Morisot. Gracias a un importante acuerdo de préstamo, se exhiben más de treinta obras procedentes del Musée Marmottan Monet de París, junto a un préstamo de la Fondation Pierre Gianadda de Martigny (Suiza), y a otras piezas pertenecientes a las colecciones Thyssen, que permiten descubrir una pintura elegante y luminosa a través de paisajes, escenas cotidianas e íntimos retratos femeninos. La muestra se ha organizado siguiendo un recorrido temático y cronológico en paralelo a la trayectoria vital de la artista, en los siguientes capítulos: Corot y la pintura al aire libre, Manet y el retrato íntimo, Pintar la vida, vivir la pintura, Parques y jardines y El mundo rural. En cada sala, sus lienzos dialogan con otros de pintores relevantes en su vida, como Corot, Boudin, Manet, Degas, Renoir, Monet y Pissarro. Casada con Eugène Manet, el hermano de Édouard Manet, Berthe Morisot (Bourges, 1841-París, 1895) fue la primera pintora que decidió unirse al Impresionismo, el grupo más avanzado del arte de la época, participando en la mítica Primera Exposición Impresionista de 1874 y en otras posteriores. El suyo es un caso excepcional en la Historia del Arte del siglo XIX, porque es el de una mujer perteneciente a la alta burguesía francesa que consigue desarrollar una importante carrera profesional como artista, vinculada a un movimiento nuevo, que entonces provocaba rechazo. El espejo psiqué, de la Colección Permanente del Museo, es una de las pinturas que Berthe Morisot presentó en la Tercera Exposición Impresionista de 1877 y la obra que se encuentra en el origen de esta exposición. Ejecutada con una delicada factura de suaves pinceladas, muestra a una joven vistiéndose pausadamente frente a un espejo de estilo Imperio, espejo que perteneció a la pintora y que ahora se encuentra, entre otros objetos personales, en la colección del Musée Marmottan. La artista estuvo preocupada de manera especial por el estudio de la luminosidad y el color, y compartió el interés de los demás impresionistas por los reflejos de la luz. Su carácter independiente y con cierto punto de rebeldía se deja ver en su obra, que permite acercarse también al papel de la mujer en la Francia de finales del siglo XIX, ya que no sólo fue una gran creadora sino también una mujer burguesa, urbana e interesada por la moda y la activa vida cultural de la época, que se relacionó con intelectuales y artistas como Manet, Renoir, Monet, Pissarro, Degas o Mallarmé. La representación del universo de los sentimientos femeninos fue un asunto tan permanente en la obra de Morisot que su amigo el poeta francés Paul Valéry solía decir de ella que «vivía su pintura» y «pintaba su vida». Berthe Morisot fue educada en el gusto por las artes y la música. La educación artística oficial de la École de Beaux Arts no estaba entonces abierta a las mujeres, pero su interés y capacidad creativa hicieron que profundizase en su formación pictórica, junto a su hermana Edma, de mano de maestros que impartían clases privadas a jóvenes aficionadas. Entre ellos se encontraba Joseph?Benoît Guichard, quien animó a ambas hermanas a entrar en el Musée du Louvre como copistas, ocupación habitual de los jóvenes pintores de la época. Durante tres años Berthe copió varias pinturas venecianas; es una de estas, inspirada en La comida en casa de Simón de Veronés, la que abre la exposición. Esta experiencia del Louvre no solo le serviría de aprendizaje, sino que le abriría todo un mundo de relaciones artísticas, en 1858 entró en contacto con Henri Fantin-Latour y Félix Bracquemond. A comienzos de la década de 1860, con su nuevo maestro Camille Corot, las hermanas Morisot dejaran las salas del museo y saldrán a pintar al aire libre. El viejo Corot, que se convirtió en un profesor informal, les enseñó su modo luminoso de reflejar la naturaleza sobre el lienzo, un aprendizaje que Berthe nunca olvidaría. Tras pasar el verano de 1861 junto a 'Papa' Corot, continuarían pintando paisajes bajo la tutela de un discípulo suyo, Achille Oudinot. Las obras reunidas en la segunda sala, pertenecientes a este periodo, nos muestran un estilo cercano a los artistas de la Escuela de Barbizon, como Corot, Daubigny o Boudin. Gracias a Fantin?Latour las hermanas Morisot conocieron en 1868 a Édouard Manet, para el que Berthe se convirtió en modelo destacada de varias de sus obras, entre ellas El balcón (1868-69), inspirada en Las majas en el balcón (c. 1808-12) de Francisco de Goya. A partir de entonces mantuvieron una estrecha relación artística y personal, que permitió además a Morisot trabar amistad con un grupo de jóvenes pintores que se inspiraban en la vida diaria y en la frenética actividad urbana para elaborar un nuevo tipo de pintura suelta y libre, muy alejada de las pautas académicas, que poco después, cuando decidieron crear una Sociedad de Artistas invitaron a Morisot a participar en las que serían las exposiciones impresionistas. En 1869 su hermana Edma abandonó la carrera artística tras contraer matrimonio y dejar la casa familiar, por lo que Berthe continuó en solitario su actividad pictórica. Su temática se centra en la pintura de interiores, esos interiores domésticos que abordaron por primera vez los pintores holandeses y que los impresionistas volvieron a recuperar. Un mundo intimo, en el que encontramos mujeres vestidas con sus vestidos informales, mujeres cosiendo, leyendo, meditando, madres con niños y, excepcionalmente, mujeres en actos públicos, como En el baile, un delicado oleo presentado en la Segunda Exposición impresionista de 1876, en el que una bella dama de la alta sociedad, elegantemente vestida, sostiene un abanico. En 1890 y 1891 los Monet Morisot pasaron una temporada en una casa de campo con vistas al Sena al noroeste de París. A este periodo corresponden las escenas rurales recogidas en el siguiente capítulo de la exposición, escenas en las que pintó en numerosas ocasiones a su hija Julie -que desde su nacimiento en 1878 se había convertido en su nueva protagonista-, ya fuera en compañía de su prima Jeannie Gobillard. Otra modelo frecuente fue Gabrièlle Dufous, una muchacha del pueblo que posó para varios bocetos y dibujos y para la versión definitiva en óleo de la Pastora tumbada, 1891. También la hizo posar desnuda con la misma pañoleta en la cabeza, en la obra Pastora desnuda tumbada (1891), donde el tratamiento del cuerpo se acerca a los desnudos de Renoir en ese momento. Tras la muerte de su marido Eugène en 1892, Berthe se traslada a un apartamento cerca del Bois de Boulogne que se convirtió en uno de sus lugares preferidos para buscar motivos. El gran parque fue para ella como una prolongación de su hogar, y la estrecha relación entre su pintura y su vida se refleja de nuevo en los cuadros recogidos en la sección Parques y jardines en los que podemos observar un parque solitario que se asemeja a un jardín privado.
El Museo Thyssen-Bornemisza presenta, por primera vez en España, una exposición monográfica dedicada a la artista impresionista Berthe Morisot. Gracias a un importante acuerdo de préstamo, se exhibirán más de treinta obras procedentes del Musée Marmottan Monet de París, junto a un préstamo de la Fondation Pierre Gianadda de Martigny (Suiza), y a otras piezas pertenecientes a las colecciones Thyssen, que permiten descubrir una pintura elegante y luminosa a través de paisajes, escenas cotidianas e íntimos retratos femeninos.
Exposición. 17 dic de 2024 - 16 mar de 2025 / Museo Picasso Málaga / Málaga, España
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España