Descripción de la Exposición ------------------------------------------------------- ------------------------------------------------------- Las fotografías de Manuel Vilariño (A Coruña, 1952), Premio Nacional de Fotografía 2007, pueden verse como renacimientos incesantes de lo que está en la frontera de la vida. A menudo sus imágenes nos hablan de las mutaciones de una materia que aletea con el impulso de una fuerza dinámica que la domina en su temblorosa vivacidad. Su obra es un canto de lo presente vivo, de la lucha entre lo pasado y lo que está por venir. Fragmentos de un mundo inclasificable de soledad y silencio, las instantáneas de Vilariño, cargadas de un intenso sentido filosófico, perduran alejadas de generaciones y tendencias. En la exposición que se presenta, Mar de afuera, su obra se nos muestra más que nunca con una serenidad paradójica. Hay una luminosidad tranquila, interior, donde se abre el momento indeciso, licuado -justamente como el golpe de un hielo ártico de los que retrata- que, al tiempo, irreparablemente, se nos aleja. En los paisajes que presenta el fotógrafo gallego -una playa, una montaña de lava negra aterciopelada en el norte de Europa, las rocas heladas y los icebergs del polo-, la naturaleza -mar y cielo- se nos abre de esa manera. Esto, que ya estaba muy presente en sus series de sombras aladas, de las que aquí aparecen algunos ejemplos, ahora se reafirma al modo de una poética esencial. Allí donde el fotógrafo, que es poeta, desearía dar nombre a la pura cualidad de lo más elemental y arcaico: el mar, una montaña, un fragmento de lava, la arena o el fuego. Vilariño nos propone una forma de aproximación que participa, al tiempo, del juego del alejamiento. El juego de lo lejano y lo próximo es el modo de su poética. La dimensión de la imagen fotográfica siempre ha sido en Vilariño un ámbito de meditación, pero en esta exposición -en la que se combinan las fotografías de gran formato en blanco y negro y en color con las cajas de luz- la mirada se abre a los espacios elementales con especial lentitud, recoge con demora todas y cada una de las partículas radiantes de lo que, vivo, se ilumina y transcurre en el espesor de una propagación tras las tinieblas. Su fotografía quiere ser fulgor convertido en hielo. Desea conocer el mundo en el instante mismo de su rapto y su captura. Trabajando desde lo conocido y lo más familiar apunta a una abstracción que es de lejanías y de infinitos. Figurabilidad onírica de la pasión, el deseo y el peligro, de una flotante o errabunda libertad. Pero sin alejarse por ello del calor de un trazo, del resplandor de una mínima llama o el correr del viento con la lava. Manuel Vilariño (A Coruña, 1952) es fotógrafo y poeta. Su primera muestra colectiva tiene lugar en Ferrol en 1983. Desde entonces, sus fotografías comienzan a recorrer las salas de otras ciudades de España, Europa y América. Sus viajes por India y Etiopía van a determinar algunos de los rasgos esenciales de su obra. En su trayectoria convive el blanco y negro con el color, en un continuado intento por fusionar valores de la naturaleza junto a aspectos de raíz cultural. Su imaginario se materializa en un panteísmo objetual que oscila entre los extremos de lo religioso y lo profano. Nociones entorno al límite, lo sagrado, lo sublime o la soledad del tiempo en el devenir de la vida y la muerte reposan en las metáforas y símbolos de sus composiciones. En el año 2002 el Centro Gallego de Arte Contemporáneo acogió una importante muestra dedicada a su trabajo, en la que participaron, entre otros, Chantal Maillard, Félix Duque, Alberto Ruiz de Samaniego o Antonio Gamoneda. En 2007 representó a España en la 52ª Bienal de Venecia y recibió el Premio Nacional de Fotografía. Sus creaciones figuran en destacados centros museísticos internacionales, así como en insignes colecciones institucionales y privadas.
Las fotografías de Manuel Vilariño pueden verse como renacimientos incesantes de lo que está en la frontera de la vida. A menudo, sus imágenes, tanto de velas como de animales o paisajes, nos hablan de las mutaciones de una materia que aletea con el impulso de una fuerza dinámica que la domina en su temblorosa vivacidad. Su obra es un canto de lo presente vivo, de la lucha viviente entre lo pasado y lo por venir. La exposición muestra su obra más reciente, concebida para esta exposición, incluída dentro del festival PhotoEspaña.
Exposición. 31 oct de 2024 - 09 feb de 2025 / Artium - Centro Museo Vasco de Arte Contemporáneo / Vitoria-Gasteiz, Álava, España