Descripción de la Exposición ------------------------------------------------------- ------------------------------------------------------- Antes de nada, quiero aprovechar la oportunidad para hablar sobre la visión que tienen de la naturaleza los japoneses. No obstante, dicha tarea requiere la especial precaución al elegir cada palabra; debido a que experimentamos el pasado 11 de marzo de 2011 la ira de una naturaleza nunca vista. Hasta ahora, los pescadores de los pueblos costeros, observadores constantes de las olas, se habían beneficiado de los abundantes recursos marinos, y los campesinos alentados por el clima esperaban con paciencia a que en otoño se llenase el arrozal de la fértil cosecha dorada... Todos ellos fueron humildes y respetuosos ante los 'seres celestiales' que les ofrecían generosamente los recursos, y no dejaron de rezar y de agradecer por ellos. Sin embargo, a las 14:46 de aquel día, despertó el mar profundo y la vorágine del inmenso tsunami hizo desaparecer toda la vida cotidiana de las familias y la historia de la región en un instante. Después de cuatro meses se han identificado 15.000 fallecidos y unas 7.000 personas siguen desaparecidas. Aquella sensación de impotencia, de no poder hacer más que observar por medio de imágenes cómo la ola aproximándose a una velocidad tremenda iba arrasando todo lo que se encontraba a su paso, hizo replantearnos sobre el significado del arte; por tanto, ¿qué valor tiene nuestra actividad creativa para la vida humana? La Organización Mundial de Arte Textil (World Textile Art Organization, WTA), con sede central en Estados Unidos, dirigida por la artista textil Pilar Tobón, en la que participan artistas del todo el mundo incluidos los japoneses, ha venido desarrollando las posibilidades de este modo de expresión plástica a través de numerosas exposiciones y talleres. La WTA ha demostrado sumo interés por el arte textil japonés y tras nuestra participación en su Bienal y en la exposición Fibras 08 / Arte Textil Contemporáneo celebrada en 2008 en el Museo del Traje en Madrid, nos concede ahora la ocasión de presentar a artistas japoneses, en un proyecto al que estamos muy agradecidos y del que nos sentimos orgullosos. Hace tres años, cuando se inició la programación del evento teniendo a María Ortega como directora del proyecto, ya fijamos como tema principal el 'espíritu de la naturaleza', con la esperanza de que la visión tradicional japonesa sobre la naturaleza pudiera hacerse eco con sus ideas frente las hegemónicas de globalización y la creciente crisis medioambiental. Los dieciséis artistas han profundizado en el tema cada uno con sus métodos y peculiares capacidades de imaginación. Nuestro propósito ha sido que las obras expuestas resuenen en conjunto, ofreciendo una experiencia virtual a los visitantes de estar deambulando por el mundo físico y que descubrieran que nosotros los humanos también formamos parte del gran ciclo natural. Sin embargo, desde aquel día el título Nature Spirit dejó de ser la glorificación de la naturaleza como había sido al principio y se convirtió en un tema en el que los artistas traducían la cuestión sobre sus propias vidas. Dioses de Yaoyorozu La tradición japonesa asimila la existencia de los dioses en cada una de los elementos o fenómenos naturales tales como el sol, la luna, las montañas, los mares, el fuego, la tierra o los árboles. Estos dioses, llamados 'de Yaoyorozu' fueron adorados y cualquier anomalía del clima o desastre natural se concibieron como la expresión de su ira. Yaoyorozu es un término japonés que significa 'las infinitas cantidades de'. Una idea como esta, que diferentes dioses estén presentes en cualquier lugar u objetos puede resultar algo incomprensible en Europa. Hipotéticamente, parece ser que en Japón ya existían asentamientos sedentarios basados en la agricultura desde la desde la época Yayoi, aunque la vida cotidiana nunca fue estable debido a las alteraciones climáticas. El cultivo y la cosecha eran para los japoneses el ciclo de la vida que se repetía en cada estación y suponían objeto de ruego y de agradecimiento a los dioses por su bondad. La convivencia con diversos dioses conduce a la tolerancia frente a otros distintos valores. En el mundo de los negocios o de la diplomacia, los japoneses son conocidos por su ambigüedad en las respuestas y por la dificultad de reconocer sus verdaderas intenciones. La explicación lógica en general defiende que 'A es igual a A'. Sin embargo, la comunicación entre los japoneses se establece sobre una base diferente al captar un elemento radicalmente diferente llamado 'B' en el interior del llamado 'A'. De este modo, los japoneses captamos al mismo tiempo la 'locura' en una flor bella, la 'sombra de la muerte' en una vida llena de dinamismo y la 'luz' en la oscuridad. Puede ser que dicha mentalidad se haya grabado en nosotros a lo largo de la historia, al ser conscientes con resignación de lo inútil que es entrar en conflicto con la naturaleza. El arte textil se puede definir como un género que cuenta con la flexibilidad de integrar este pensamiento bipolar o la acumulación de los recuerdos; los materiales utilizados son delicados y susceptibles de ser alterados en función de las circunstancias, pero al mismo tiempo poseen la capacidad de cambiar el entorno en un instante por su sola presencia. La obra de Hideho Tanaka, Desaparición y Aparición semeja una magnífica narración épica que superase los conceptos de tiempo y espacio. El artista parte de una visión positiva del concepto del concepto de Sôshô-Sôkoku (en chino, Xiang-Shengshown Xiang-Ké, la interrelación de creación y eliminación), derivado del pensamiento Inyô Go Gyô Setsu (en chino, Yin-Yang-Wu-Xing-Shuo) y busca una nueva forma de 'convivencia' prestando especial atención al contraste generado por dos elementos totalmente opuestos. La postura del artista, que se resiste a acomodarse en el género convencional del arte textil, tiene una fuerte influencia sobre sus estudiantes, así como a los educadores del arte textil desde su cargo de representante del Japan Textile Council (JTC), la organización a la que pertenecen los artistas de la presente exposición. La veneración hacia los fenómenos naturales conlleva una consciencia humilde que concibe la vida como algo fugaz, y a consecuencia de ello, surge el intento de buscar en el setsuna ('en un instante') la virtud. El respeto hacia la vida, por muy pequeña que ésta sea, se refleja considerablemente también en la creatividad de las artes plásticas. La obra Serie SIGN 1-385 de Shunichiro Nakashima, realizada con la delicadeza del método del artista, está compuesta de piezas que representan aquellas vidas anónimas, que a través de cambios instantáneos en el paisaje crean esa ilusión en el espectador. En esta obra se observa con claridad el concepto de la estética japonesa que siente su mayor apego hacia las vidas fugaces tales como el momento de la caída de las flores del cerezo o las luces de las luciérnagas. El cerezo es la flor predilecta de los japoneses. Asimilan su vida con la de las flores del cerezo que, después de haber mostrado su esplendor y belleza, caen esparcidas por el viento. La obra Sakura (cerezo) de Koko Shimomura se caracteriza por la integración de distintos materiales mediante una técnica de anudado. El material transparente recuerda a la tierna luz del sol y, paralelamente, en ella se manifiesta un complejo esquema de oscuridad y sombra que en su conjunción logra una sorprendente armonía en este trabajo compuesto por gran variedad de materiales. En la obra En el jardín - Natsu, de Ryôji Katô, la transformación del tiempo se expresa mediante el suave contraste de luz y sombra conseguido a través de la técnica de impresión serigráfica sobre seda. Los jardines japoneses tienen como finalidad la recreación del paisaje natural y la imagen de los montes de los alrededores también es aprovechada como la extensión del propio jardín; el artista compone la obra como una instalación y la expone cuidadosamente adaptándola al ambiente. La obra de Naoe Okamoto, realizada en fieltro, rebosa el dinamismo y la energía de un acto de roturación de tierras áridas. Su textura, que recuerda a un terreno elevado, se consigue a través de la conglomeración de un friso hilado con lana natural. La artista fue diseñadora de una reconocida marca de coches durante muchos años y tras haber dejado el puesto volvió a la facultad de bellas artes buscando encontrar una sensación más real con sus manos. La 'kasbah' a la que hace referencia en el título Camino a la kasbah es un alcázar de Marruecos. La obra se desarrolló a raíz del magnífico panorama del lugar, que quedó grabado en la memoria de la artista, y de la calidad táctil que ella sintió a través de sus manos. La peculiar expresividad del tejido de Yasue Shimoshige también parte del hilado de fieltro realizado por la propia artista. Los hilos empleados en la obra Por siempre - VERDE también consiguen a través del colorido y la variedad de los materiales una gran riqueza expresiva. La artista ya había realizado series de obras tomando como tema principal el color verde. En Japón, los árboles de hojas perennes, especialmente el pino por mantenerse siempre en verde, simbolizan la longevidad y son utilizados como motivos para decorar los tejidos, la cerámica o el urushi (lacado japonés). De modo que el color verde es la admiración por la vida eterna. Además del uso cromático, la artista otorga a la obra un coherente sentido mediante la selección exhaustiva de materiales y la aplicación de su peculiar técnica. Se habla de que el primer color reconocido en Japón fue el rojo. El rojo es el sol, es el fuego, la sangre y es el símbolo de la vida en sí. Nuestros antepasados percibían del sol bondad y temor al mismo tiempo, y de su color rojo la eficacia para ahuyentar a los seres malignos. Así lo utilizaron para decorar tanto su propio físico como las viviendas. Naoko Fujii Naoko profundiza en el misticismo que posee el color rojo desde dos perspectivas: por un lado, desde el trasfondo histórico y cultural; y por otro, de lo psicológico, reflejándolas en sus creaciones de roketsuzome (teñido tipo batik encerado). La obra Rojo - vertical agita lo más profundo del cuerpo y abruma a los espectadores con aquel sentido de veneración y de temor que tuvieron nuestros antepasados. La expresión del Ma Al ser un país insular, Japón tuvo la fortuna de poder despreocuparse de la llegada de posibles invasores; una circunstancia que pudo ser la causa del desarrollo del protocolo del 'acuerdo tácito', es decir, un acuerdo basado en la percepción mutua de las intenciones sin necesidad de que éstas se manifiesten abiertamente. Un ejemplo podría ser la forma poética del haiku, que refleja la costumbre japonesa de descifrar el significado real en tanto que expresión simplificada o la pintura monocroma en tinta procedente de China, en la que se trata de buscar la existencia en lo vacío. Ma significa 'intervalo' entre objetos o fenómenos, de tiempo o de espacio. Este intervalo es el vacío, pero en él persisten la resonancia y la permanencia de los sentimientos o los recuerdos pasados. Kenji Sato presenta una obra que recompone superponiendo a modo de trama y urdimbre de un tejido los dibujos realizados con cera, tinta y papeles monocromáticos. Desde la antigüedad, en China se decía que 'la tinta tiene cinco colores' y en esta obra, Sin título, se contempla una indiscutible belleza y la recreación del cosmos infinito a través de figuras misteriosas nacidas de forma accidental. Se trata de una monotonía llena de matices que hace comprender que el color vivo no es siempre un factor imprescindible para que una obra posea mayor expresividad. El tapiz de Junko Suzuki está realizado con una técnica llamada hogushigasuri, que consiste en el teñido previo de las urdimbres para decorar el tejido y es un método usado tradicionalmente en los kimonos llamados meisen. La artista también opta por la monocromía y en su obra se dispersan grandes vanos blancos; el efecto del difuminado propio de los tejidos kasuri se asemeja a las resonancias musicales. Incluso el título Entrada vacía hace referencia al Ma y los espacios vacantes de la superficie dejan un margen para que los espectadores imaginen libremente la continuación de la historia. La delicada obra Michiko Sakuma trasmite un sereno movimiento del aire y su reverberación. Los títulos que la artista suele poner en sus obras, tales como Sublimación, Germinacion o Rebosante (éste último pertenece a la obra expuesta), hacen despertar el presentimiento de algún futuro porvenir y parecen emitir abundantes sentimientos y ensoñaciones. En japonés existen muy diversos nombres para identificar cada tipo de nubes y por cada uno de los nombres recordamos su forma y la época del año, por esa razón se emplean también como kigo (una palabra clave en los haiku que hace referencia expresa a la estación en la que se ambienta el poema) de los haiku. La mentalidad japonesa de disfrutar de los detalles minuciosos que se generan en la naturaleza puede haber nacido de la necesidad de observar cuidadosamente sus cambios para evitar que trajeran graves alteraciones en la cosecha. El estilo de la obra de Yasuko Okamoto se basa en 'formas de vida' de seres vivos existentes en el mundo natural u otros imaginados de los océanos o los montes. No solamente esta obra, Nido, sino muchas de sus creaciones suelen representarse con un espacio vacío en el interior y sus figuras semejan ubicarse en una guarida o un incluso un refugio, y en este espacio vacío, es decir en el Ma, se presencia la existencia de una vida. Este efecto está próximo a antiguas creencias que afirmaban que en los huecos de un árbol viejo permanecían los seres espirituales. La luz de la renovación El artista Manabu Hangai emplea papel reciclado elaborado a base de cladoforas (un tipo de algas marinas) para sus creaciones plásticas y objetos tridimensionales luminosos, y el tema principal de creación artística es la 'renovación vital'. En los diversos talleres de trabajo que organiza activamente, produce in situ sus objetos luminosos elaborados como un conglomerado de materiales que se suelen desechar. La obra que expone en esta ocasión, ¿A qué hora sale la luna? / No.4, entre su estético contraste, pone de relieve los problemas que sufre la sociedad contemporánea. Él comenzó a trabajar en la fabricación del papel de cladoforas en el lago Kesennuma, situado en la prefectura de Miyagi, la zona más gravemente afectada por el último desastre sísmico. Tras lo ocurrido, visitó la zona como voluntario y afirmó que no encontraba palabras para describir la tremenda dureza de situarse en el borde de la vida y de muerte. Emiko Nakano ha residido en Brasil y en Detroit (Estados Unidos) y ha viajado por muy diversos lugares. La artista teje en sus múltiples capas sus experiencias y el concepto del paso diario del tiempo. Sus obras, organizadas a base de superponer las capas que realiza con un punto Jacquard informatizado, gozan de buenas valoraciones. Sakusaiwaman es uno de los restos del imperio Inca. La obra presenta en cada una de las capas el trascurso del tiempo y el pensamiento, y de esa conjunción resurge una nueva vida. La artista utiliza también en sus obras tridimensionales materiales en los cuales persiste la memoria de alguien para desarrollar sus peculiares obras multicapas, por ejemplo con papeles utilizados para la práctica de Shodô (caligrafía). 'Echar al agua' es una expresión en japonés que significa olvidarse de los problemas del pasado. La locución se relaciona con las características del agua, por considerarse una sustancia sagrada que purifica la suciedad o la maldad enviándolas al río o al mar. Por otro lado, el agua es el origen de toda la vida; todos los seres vivos han emergido del agua, y nosotros mantenemos el recuerdo de haber nacido de un medio acuoso. He tratado de expresar el valor inmutable y común que poseemos los humanos a través de los distintos aspectos del agua. Mi obra Réquiem hace referencia a la crueldad del desastre natural que arrebata las vidas inocentes y al mismo tiempo, es una dedicatoria hacia quienes fueron arrastrados por la ola dejando a su paso el remordimiento de tanto por hacer en este mundo. En la sociedad contemporánea la mayoría de las personas fallecen en los hospitales y es muy poco común que vivan bajo el mismo techo varias generaciones de una familia, por lo que la muerte ya es un fenómeno más bien ajeno a nuestra vida cotidiana. El hecho de que nuestros antepasados creyeran en la ascensión al cielo después de la muerte y en la reencarnación puede haberse producido por el intento de huida de la cruda realidad de la vida terrenal. La presencia de la muerte y el nacimiento de una nueva vida son la cara y la cruz de una misma moneda. La obra Círculo-B 2011 de Kataoka Yoko se alza hacia el cielo. Las pequeñas piezas de seda se asemejan a las células vitales y se sincronizan con las células de los espectadores despertando la memoria del pasado más lejano y finalmente trepa a un aire cubierto de la reivindicación de un futuro lleno de esperanza. Cuando olvidamos de temer a la naturaleza, perdimos la luz con el gran terremoto. El apagón que tuvo lugar en muchas ciudades, incluido las que no habían sido afectadas directamente por el desastre causado por el accidente de la central nuclear hizo que, de forma inesperada, las personas tuviesen más tiempo para reflexionar sobre lo íntimo. Asako Ishizaki es una artista que crea sus obras de composición espacial con material textil, habitualmente una tela hecha por un telar tiene por defecto un final al estar condicionado de la relación de urdimbres y tramas. No obstante, la obra Tsutsumu Katachi '09W configura un bello anillo sin fin mediante la aplicación de la técnica sueca del sprang. La obra al recibir y envolver la luz en su interior, semeja que luce por sí sola. Su delicada expresión no es un manifiesto en voz alta pero en ella sí se materializa un centelleo lleno de esperanza. ¿Seremos capaces nuevamente de acomodar en nuestras manos el reluciente futuro? La obligación de los que 'expresan' es realizar trabajos que lleguen al alma de los espectadores, reconsiderando lo débil que son en sí y materializando el pensamiento. La naturaleza nos otorga la inspiración en este proceso; ahora soy mucho más consciente de esto. Mi deseo es seguir cuestionándome en tanto que inocente sobre el valor de la existencia del arte en este inmenso ciclo de la naturaleza. Por último, quisiera manifestar nuestro más profundo agradecimiento a la Universidad de Salamanca (Centro Cultural Hispano-Japonés) y a la Universidad Complutense de Madrid (c arte c) por ofrecernos sus excelentes espacios para la exposición, a la Japan Foundation y la Fundación Japón Madrid por concedernos el valor de seguir adelante cuando estábamos dudando la celebración del evento a causa del terremoto, a Pilar Tobón y María Ortega de WTA por seguir siempre a nuestro lado a pesar de nuestra ineficacia, y a todos los implicados de este evento por su apoyo y esfuerzo sin los que hubiese sido imposible esta exposición.
Artistas: Kenji Sato, Naoko Fujii, Manabu Hangai, Shunichiro Nakashima, Michiko Sakuma, Yasue Shimoshige, Hideho Tanka, Ryôji Katô, Koko Shimomura, Naoe Okamoto, Asako Ishizaki, Sugane Hara, Yasuko Okamoto, Junko Suzuki, Emiko Nakano, Yoko Kataoka.
Exposición. 17 dic de 2024 - 16 mar de 2025 / Museo Picasso Málaga / Málaga, España
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España