A través de materiales pesados como la uralita o el bronce el artista consigue transmitir la idea de ligereza, fragilidad y delicadeza, cualidades intrínsecas al papel, quedando de manifiesto la relación de constante retroalimentación entre el dibujo y la escultura, de la que Cardells ha dicho que es un auxiliar del dibujo . Los dibujos que forman parte de esta exposición están realizados con la técnica de grafito sobre papel, y se presentan como bodegones en los que el grafito ya ha ocupado todo el espacio de la composición; la evolución desde sus primeros dibujos en los que predominaba el blanco como fondo ya se ha completado. Queda patente en ellos la predilección del artista por los blancos, grises y negros, colores por los que se ha sentido atraído desde la infancia y que forman parte de su vida, incluso de las escenas nocturnas de sus sueños.