Descripción de la Exposición La sede de la Fundación Caixa Galicia en A Coruña acoge hasta el próximo mes de septiembre la exposición 'Legendary Lee Miller', un espectacular montaje con las mejores imágenes de la fotógrafa norteamericana que llega por primera vez a España después de un largo recorrido internacional. Teresa Porto, directora de la Fundación Caixa Galicia, y Antony Penrose, director de The Lee Miller Archives y de la Penrose Collection, e hijo de la fotógrafa norteamericana, presentaron en rueda de prensa 'la exposición definitiva sobre uno de los iconos de la historia de la fotografía', según la responsable de la institución cultural gallega. Antony Penrose, que ofrecerá, una conferencia y una visita guiada a la exposición, explica así qué representan estas imágenes: 'Lee Miller era mi madre, y mientras vivió, como la mayoría de la gente que la conocía, yo ignoraba por completo el volumen y la calidad de su obra. Tras su muerte, sus fotografías se descubrieron más o menos por casualidad. A lo largo de los últimos veinte años, he trabajado, con la ayuda de mis colegas de Lee Miller Archives, para difundir su obra. Con esto he tenido la satisfacción añadida de conocer a mi madre, que cuando vivió para mí era prácticamente una extraña'. El viaje propuesto por los organizadores de la muestra a través de la densa biografía y la extensa obra de Lee Miller arranca con una imagen datada en 1929, en París, en la que se ve a Man Ray afeitándose. Lee Miller había llegado a París después de una meteórica carrera como modelo que comenzó el día que Conde Nast, el fundador de Vogue y Vanity Fair, le auxilió en un accidente de tráfico en Manhattan. Desde esa fotografía, la exposición se ordena en siete grandes capítulos. Los dos primeros se refieren a sus primeros estudios fotográficos, en París y en Nueva York, dos ciudades en las que Miller pudo sumergirse en las vanguardias históricas y, muy especialmente, en el surrealismo, un movimiento que le marcaría para toda su vida. El tercero, 'Egipto, 1934-1939', recoge sus años en El Cairo, donde llegó de la mano de su primer marido, el comerciante árabe Asiz Eloui Bey, un periodo en el que, cansada 'de las interminables jornadas de cócteles y partidas de bridge con otras mujeres expatriadas', Lee Miller comienza a retratar la belleza onírica del desierto y los desafíos arquitectónicos y plásticos de la época faraónica. En los tres capítulos siguientes ('Londres durante la guerra', 'La guerra en Europa' y 'Posguerra') se han reunido las impresionantes imágenes tomadas por Lee Miller en la Segunda Guerra Mundial, primero en Londres bajo fuego alemán y luego en la Europa continental como testigo de la crueldad de los combates y de las atrocidades perpetradas por el nazismo en la retaguardia, para finalizar con los primeros y dramáticos meses de posguerra. La exposición termina con un epígrafe titulado 'Artistas y amigos'. 'Lee se esforzó por regresar al mundo de los reportajes de moda', recuerda uno de los textos de esta sala, 'pero la frivolidad de todo aquello le crispaba aún más los nervios, y en 1947, cuando se quedó embarazada, ya casi estaba dispuesta a dejarlo'. En la última imagen del montaje, tomada en 1964, casi cuarenta años después de aquel primer retrato de Man Ray, Lee Miller inmortaliza la visita de Joan Miró a Inglaterra. En una composición casi surrealista, el pintor catalán alimenta divertido un tucán. Lee Miller (1907, Poughkeepsie, Nueva York - 1977, Farley Farm House, East Sussex, Inglaterra) estuvo desde muy pequeña familiarizada con los rudimentos de la fotografía gracias al cuarto de revelado de su padre, un ingeniero apasionado por las tecnologías modernas. El azar hizo que lo que a punto estuvo de ser un atropello grave, se convirtiese en la puerta de entrada de Lee Miller en la fotografía profesional y el mundo de la moda. El hombre que le salvó de la muerte era Conde Nast, editor de Vogue y Vanity Fair, quien le recomendó que trabajase como modelo. Miller empezó a posar para los grandes de la época (Edward Steichen, Hoyningen-Huene y Arnold Genthe). Con sólo 22 años y una carrera de modelo profesional consolidada, Lee Miller se traslada a París en 1929 y comienza a trabajar con el famoso artista y fotógrafo surrealista Man Ray. Fueron profesor y alumna, fotógrafo y modelo y también pareja. Al poco tiempo Lee montó su propio estudio y realizó numerosos encargos para Man Ray. Fruto de esta colaboración e investigación entre ambos son las 'solarizaciones', un efecto de halo inverso en la imagen que se producía al revelar con luz las placas fotográficas. En este periodo y en esta ciudad, Miller desarrolló todo su potencial artístico. En 1932 volvió a Nueva York, donde abrió un estudio y trabajó en él durante dos años, con gran éxito entre la sociedad neoyorquina, fascinada por esta joven que había aprendido junto a los grandes artistas de París. Además de retratos, Miller realizaba trabajos para revistas y encargos de publicidad y procuraba, en muchos de ellos, imprimir su sello surrealista. En 1934 se casa, tras un breve romance, con Aziz Eloui Bey, un hombre de negocios egipcio con que se traslada a vivir a su país. La vida en El Cairo comienza con una presentación en sociedad entre las mujeres de los expatriados, de la que se acaba aburriendo, y busca una huída hacia el desierto. Atraída por el paisaje de arena, al que viajaba continuamente, se dedicó a fotografiar su inmensidad, sus aldeas y sus ruinas. Miller es consciente de que es aquí donde su 'mirada surrealista' es más libre que nunca. Durante una visita a París en 1937 conoció a Roland Penrose, artista también del movimiento surrealista que más tarde se convertiría en su segundo esposo, y viajó con él a Grecia y Rumania. En 1939 dejó Egipto para mudarse a Londres poco antes de que estallase la Segunda Guerra Mundial donde vuelve a montar un estudio para hacer producciones de moda para Vogue, a pesar de las dificultades que suponía trabajar en una ciudad bajo las bombas. Con cierto sentido del humor, ya un poco británico, Lee Miller realizó numerosas fotografías de una ciudad en ruinas que más tarde serían publicadas en el libro 'Grim Glory, Pictures of Britain Under Fire'. En 1944, deseosa de contar historias de mujeres en el campo de batalla, aceptó trabajar como corresponsal del Ejército de Estados Unidos y formó equipo con el fotógrafo de Time/Life David E. Sherman. Miller siguió a las tropas americanas en su viaje tras el día D. Fue una de las pocas mujeres periodistas que cubrieron la guerra en Europa y entre las muchas hazañas de las que fue testigo, se encuentran el cerco de St. Malo, la Liberación de París, la batalla de Luxemburgo y Alsacia, la conexión de rusos y americanos en Torgau o la liberación de los campos de Dachau y Buchenwald, entre muchas otras. Miller se alojó en la casa de Hitler y Eva Braun en Munich y la víspera de la rendición alemana fotografió en llamas la casa del führer en Berchestaden. La fotógrafa siguió viajando hacia el este y registró algunas de las imágenes más terribles de la Gran Guerra. Recibida casi como una heroína de guerra por el equipo de Vogue y dispuesta a retomar su vida familiar, Lee siguió trabajando para la revista durante dos años más, cubriendo los eventos de moda y famosos, algo que, según sus biógrafos, le parecía tremendamente frívolo tras todo lo que había vivido en Europa. En 1947 se casó con Roland Penrose. Retirada en Inglaterra, en una antigua granja reconvertida en su hogar, dejó el mundo de la prensa y a partir de entonces colaboró con sus retratos en las biografías de Picasso, Miró, Man Ray y Tapies. Algunas de estas imágenes de los artistas famosos, como las de Picasso, se han convertido en piezas imprescindibles para comprender al genio. Muchas de ellas aún mantienen el espíritu de sus años surrealistas. Lee Miller murió esa misma granja, hoy convertida en museo, en 1977.
Exposición. 13 dic de 2024 - 04 may de 2025 / CAAC - Centro Andaluz de Arte Contemporáneo / Sevilla, España
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España