Rosa Isabel Vázquez presenta una serie de fotografías que pertenecen a su último proyecto artístico MINUS. Son paisajes remotos e innominados en medio de la nada. Podrían pasar desapercibidos a simple vista, pero devienen escenarios únicos y elocuentes cuando son capturados en el instante perfecto, y luego los reconstruimos en nuestra memoria. La emoción sugerida mediante la sencillez, la sutileza en el color y la delicadeza de las formas, convierten a MINUS en una obra serena, pero emotiva.

Fernando Manso expone seis de sus últimas fotografías. Tres de sus imágenes, aluden a una deconstrucción real de una estructura física. Son imágenes en color que se acercan a lo matérico, incluso a lo pictórico. Manso retrata, por otro lado, el paisaje y la naturaleza como parte de un paraíso perdido. La deconstrucción es en este caso simbólica, mental. Melancólicas, infinitas, lejanas?, o no. Son escenas veladas por la nieve o la niebla que nos remiten al silencio y a la meditación, incluso a un segundo plano físico.

Miguel Soler-Roig muestra dos fotografías de gran formato panorámico a modo de instalación. Este tipo de formato, sitúa al espectador en un punto de vista más cercano a la realidad, y le permite contemplar la monumentalidad de una visión paisajística. Aparece así el concepto de ventana dentro de la fotografía. Lo que los ojos alcanzan a ver en el infinito de la línea del horizonte, de la frontera, tanto real como imaginaria. Qué hay al otro lado de un mar: un fragmento de la existencia terrenal, que alcanza en la imaginación lo sobrenatural. En la fotografía de Soler- Roig, toma importancia el paisaje como símbolo. Como un deseo impulsivo de retener imágenes en la mente, sus imágenes nos plantean las dudas existenciales entre mirar o ver, entre ver e ir más allá de aquello que contemplamos.