Descripción de la Exposición En este trabajo César Ordóñez nos habla de la mujer, de la feminidad, la intimidad. Los pies, y en ocasiones las piernas de jóvenes japonesas, es el camino que ha escogido para adentrarse en un terreno sutil y poco explorado, que nos invita a reflexionar sobre la sensibilidad, la fragilidad y la belleza del universo femenino. Ese país-isla llamado Japón y en especial Tokio, es un mundo de grandes contrastes que conviven en total armonía, lleno de luces y de penumbras, de insinuaciones y también de equívocos. Una mezcla inopinada de sensaciones que en algunos casos pueden llegar a aturdir al extraño. Un escenario repleto de infinitas capas que se superponen e interactúan entre ellas, de pequeños matices sólo perceptibles si se ralentiza el paso; pero al mismo tiempo, y a pesar de las apariencias, de una gran y placentera intimidad. La expresa mezcla de imágenes en color y en blanco y negro de esta serie, de un modo simbólico, pretende ser un reflejo de esa abigarrada, rica y compleja realidad. El título del proyecto también juega con estos conceptos. En el idioma japonés, el término 'ashimoto' no siempre es algo concreto. Se puede traducir como 'paso' ó 'a sus pies', pero lo que decidió que se convirtiera en el título de este proyecto es su traducción como 'zona alrededor de los pies'. De este modo, igual que las obras, se presta a tener múltiples interpretaciones. Refiriéndose sólo al pie, al pie incluyendo el talón y una parte de la pierna,... o sólo a la parte que se intuye a través del pliegue de un kimono. Todas las mujeres que participaronen este proyecto, fruto de encuentros casuales por las calles de Tokio, lo hicieron de forma desinteresada. El hecho de que muchas de las 'retratadas' fueran plenamente conscientes de ello, no quiere decir que se preparara de antemano ninguna escena. Quizá sólo la atmósfera necesaria para que la escena brotara con total naturalidad. --------------------------------- CÉSAR ORDÓÑEZ O LA FORMA QUE SE INTUYE Para designar la realidad, el budismo utiliza la palabra sunya, que significa vacío. También es el nombre que recibe el número cero. El observador llena la realidad, que sin su presencia estaría vacía, de la misma manera que el matemático no puede trabajar sin un número, el cero, que es una especie de antítesis de número. El fotógrafo César Ordóñez nos propone un acercamiento a la realidad japonesa a partir del término ashimoto, que podríamos traducir como la parte de un pie de una mujer que se intuye a través del pliegue de un kimono. Pero de hecho ashimoto es un concepto polisémico que también puede hacer referencia al pie, o a una parte del pie. De la misma manera, las imágenes que nos muestra este artista tienen muchas connotaciones: insinúan más de lo que muestran, y muestran justo lo que necesitamos para hacernos una idea de dónde vienen y hacia dónde van los sujetos fotografiados. Partiendo del concepto de fotografía robada y después de un minucioso trabajo en Japón a lo largo de los últimos años, César Ordóñez consigue diferentes cosas. Primero, plasmar un estilo claro y diferenciable, y segundo, tener un discurso propio que nos dice alguna cosa nueva y que, en definitiva, nos explica una historia. Estamos acostumbrados a los fotógrafos que consiguen un estilo propio y, de hecho, este es uno de los objetivos que persiguen la mayoría de las escuelas de fotografía. Lamentablemente el estilo propio, como objetivo final y único, no deja de ser una especie de sunya, de vacío, que sólo el artista puede llenar con un discurso creativo. Màrius Domingo