Descripción de la Exposición Dentro de la asignación cultural de géneros, 'lo masculino' tiene una relación con la protección, la seguridad, el poder, la disciplina, el orden. El guardaespaldas es un arquetipo masculino, símbolo de la eficacia en la protección, en el uso de la fuerza y en la evaluación del peligro partiendo de un sistema de vigilancia a través de la mirada, la intuición y la precaución. La fisionomía de este rostro anónimo, su gesto facial y la construcción política y social de su mirada (y de nuestra mirada), son elementos que me interesan para explorar la construcción cultural del rostro masculino y como nos enfrentamos a él. ¿Cómo lo vemos? ¿Cómo nos ve? ¿Quién distorsiona a quién cuando se mira? Estas son preguntas esenciales en la construcción de este proyecto. Mediante él intento comprender como las formas de representación, la cultura, la familia, afectan nuestra forma de ver y la manera en la que nos sentimos vistos, una experiencia que se amplifica cuando nos sentimos vigilados o protegidos. Continuando con una reflexión en torno a la historia de la representación del rostro y partiendo del retrato europeo, principalmente en la pintura flamenca, he decidido utilizar la gola, ese adorno delicado utilizado entre los siglos XVI y XVII, propio de las clases acomodadas. Usado por monarcas, personajes y caballeros, era símbolo de poder y alta jerarquía, ahora es un disfraz histórico, pero me permite crear ciertas reflexiones en torno a la representación del poder, la cultura, la raza y la clase social, a partir de la apropiación y el uso de su imagen. Por otro lado, presentar el rostro de estos guarda espaldas impreso en técnicas alternativas como el 'orotone' y el platino sobre papel de arroz, me permite patentizar que la forma en la que percibimos una imagen, se modifica dependiendo de donde y como la vemos. Hay en este proyecto un deseo de intercambiar imágenes que están determinadas por jerarquías históricas y estructuras culturales. Estros retratos muestran una paradoja visual, un desfase social e histórico. Son un híbrido cultural en donde intento intercambiar papeles asignados y asumidos. Me interesa mostrar 'al protector', (el que arriesga la vida), como 'el protegido' (al que se le protege la vida), sacando al primero, (al guardaespaldas), de una invisibilidad anónima para asignarle un valor relacionado con el poder y la jerarquía, develando así una paradoja difícil de desenredar: el rostro del temor es también el rostro del poder y viceversa. Declaración de Artista Desde sus comienzos mi trabajo ha sido una reflexión sobre la mirada. ¿Cómo se construyen, en nuestra experiencia interna, unos ojos que nos miran fijamente? ¿Cómo se interpretan y elaboran, en nuestro interior, las sombras, los brillos y toda la geografía implícita en cada fotografía? Si nuestra forma de ver se confecciona desde lo social y lo cultural, podemos concluír que toda mirada es política y que toda producción artística está sujeta a este juicio. La mirada como poder. Desde ahí, puedo sentir que la obra de arte es una posibilidad para evidenciar esto, para cuestionar nuestra manera de ver, para interrogar a la historia que ha producido todas estas graduaciones de la mirada y por ende, nuestras formas de reaccionar ante el mundo. En mi proceso artístico he intentado crear imágenes que invitan a ser examinadas a través de lo que llamo 'contemplación emocional', dándole a través de la belleza de las mismas el sentido de su forma. A través de los años he construído escenarios y modificado ciertos rostros para crear imágenes que permitan otras percepciones del mundo, otras formas de comprenderlo, y de modificarlo internamente. En la primera época de mi obra, me centré en crear ciertas metáforas a través de retratos frontales de mirada fija y directa que mostraban la dignidad de los modelos y que, simultáneamente, hacían evidente la fragilidad de su ser: el rostro era un pretexto para representar la condición humana. Retratos en los que se percibía la soledad y a la vez la firmeza emocional de los sujetos y en los que la mirada era un espacio de contradicciones y ambigüedades. En esta serie de retratos, generalmente de personas guatemaltecas, el rostro funcionaba como espejo en el cual me miraba, me interrogaba y buscaba sentido. En esos retratos, la fuerza de la mirada radica en el poder que tiene para invertir la mía propia y cobra su valor más intenso si logra también invertir la del espectador con la misma fuerza e impulso con que se presenta ante él. Para el observador, descubrirse allí, en esa mirada interna, silenciosa, acompañada por ese rostro que inmóvil lo observa, es tomar conciencia de que compartimos un destino común. Una reflexión sobre la belleza como fragilidad, la memoria como dolor y el tiempo como caída, la fotografía presenta la muerte con los ojos abiertos. En esta época presente, luego de grandes cambios de vida; emocionales y geográficos, he estado trabajando una representación diferente, estos proyectos los he trabajado en colaboración con mi pareja, Graciela De Oliverira, siempre a partir de mis constantes obsesiones: la belleza como poder político; la experiencia religiosa cargada de amor y dolor como lectura de la articulación del mundo y el hombre; la evidencia del vacío en las relaciones interpersonales de una sociedad caída, en la que los vínculos sanos son escasos dada la complejidad de las emociones. Toda esta nueva serie, titulada 'Jerarquías de Intimidad' (2004-2005), la he realizado en Argentina. En ella he intentado representar escenas cargadas de experiencias psicológicas significativas, 'invistiéndolas,' (a través del nombre de la foto) de diálogos que son parte de un guión silencioso en películas aparentemente desconectadas. Un ensayo de imágenes cargadas de misterio y tensión que presentan un drama detenido e inquietante, en el que cada foto actúa como un instante de sueño alargado, y en el que figuras atemporales son como heridas de la memoria. En cada una de las imágenes el cuerpo visible y el objeto son vehículos para entrar en un mundo secreto pero brillante, abiertamente presentado aunque encapsulado, negado a la caricia pero ofrecido a la mirada, tal y como ocurre con la iconografía religiosa. La puesta en escena presenta el tiempo del inconsciente con su libre asociación, sus anhelos y sus miedos; los actos humanos han sido entramados dentro de un mundo irreal y desfasado; la muerte vuelve de nuevo a escenificarse dentro del brillo sagrado de la lámina de oro. Estos proyectos, los más recientes, los he concebido con el deseo de que la imagen contenga, y de alguna forma recalque y exprese, lo invisible. Palabra y experiencia fundamental que sostiene toda esta aventura visual. Como lo que no se ve cuando se mira; como lo que no se dice cuando se habla, como todos esos silencios contenidos en una sinfonía; éste trabajo es un intento íntimo y muy personal, de darle cuerpo a los fantasmas que gobiernan las relaciones personales, las jerarquías religiosas; en fin, a aquellos que gobiernan la política y la vida. Luis González Palma Nace en Guatemala 1957, vive y trabaja en Córdoba, Argentina. Entre sus exposiciones personales se pueden mencionar: The Art Institute of Chicago (USA); The Lannan Foundation, Santa Fe, (USA); The Australian Centre for Photography, Australia; Palacio de Bellas Artes de México; The Royal Festival Hall en Londres; Palazzo Ducale di Genova, Italia; Museos MACRO y Castagnino de Rosario, Argentina; y en festivales de fotografía como Photofest en Houston, Bratislava en Slovakia, Les Rencontres de Arles en Francia, PhotoEspaña en Madrid, Singapur, Bogotá; San Pablo y Caracas entre otros. Ha participado en muestras colectivas como la 49 y 51 Bienal de Venecia, Fotobienal de Vigo, XXIII Bienal de Sao Paulo, Brasil, V Bienal de la Habana; en el Ludwig Forum for International Kunst en Aachen, Alemania; The Taipei Art Museum en Corea, Museo de Bellas Artes de Buenos Aires, Argentina; Fundación Daros en Zurich, Suiza; Palacio del Conde Duque en Madrid, España y la Fargfabriken en Estocolmo, Suecia. Su trabajo está incluido en varias colecciones públicas y privadas incluyendo The Art Institute of Chicago, The Daros Fundation en Zurich, Suiza, La Maison European de la Photographie en Paris, The Houston Museum of fine Arts en USA, la Fundation pour l'Art Contermporain en Paris, Francia; la Fondazione Volume! en Roma, Italia; La Biblioteca Luis Angel Arango en Bogotá, Colombia; The Fogg Museum en Harvard University, y The Minneapolis Institute of Art, Minneapolis, USA; Kiyosato Museum of Photographic Arts, Japan. Recibió el Gran Premio Photo España 'Baume et Mercier' en 1999 y Colaboró con la puesta en escena de la producción de la Opera 'The death and the maiden' en la Opera de Malmö en Suecia en el año 2008. Tiene tres monografías de su trabajo publicadas entre las que se puede mencionar 'Poems of sorrow' de Arena Ediciones, y 'El silencio de la mirada' en Ediciones Pelliti en Roma.
Mercado, 19 jul de 2011
Alaín Urrutia se incorpora a la nómina de representados por Juán Silió
Por ARTEINFORMADO
Comenzamos la sección de nuevas incorporaciones y/o colaboraciones con el anuncio del fichaje del joven artista Alaín Urrutia (Bilbao, 1981) por la santanderina Juan Silió. Urrutia tendrá en este espacio ...
Exposición. 17 nov de 2024 - 18 ene de 2025 / The Ryder - Madrid / Madrid, España
Formación. 23 nov de 2024 - 29 nov de 2024 / Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) / Madrid, España