Eirís se sirve de la pintura, la fotografía, el video y la instalación para desarrollar su lenguaje artístico. Crea sus trabajos a partir de restos y fragmentos con los que construye 'espacios íntimos', que son lugares con memoria; los contrapone a los No-lugares que son espacios de tránsito. Su trabajo ahonda en conceptos como Construir, ser-habitar, cuidar, cultivar, memoria y ruina.

En los Desocultamientos, lo que hace es desocultar la memoria del lugar en el que se realiza la acción, Creando un 'espacio íntimo'. Pero sin hacer un análisis científico que revele datos específicos de dicha memoria. Entiende estos restos como una 'pequeña historia', tomando el termino en el mismo sentido que lo utilizó Boltanski, refiriéndose al pasado que permanece oculto entre cada hecho histórico. Para Eirís la pequeña historia es la que sucede dentro de un espacio íntimo.

La exposición en la galería, si bien muestra un cambio formal en su trabajo, mantiene una coherencia total con sus trabajos anteriores. Presenta un complejo discurso, compuesto por un conjunto de piezas de diversos formatos y soportes, que convierten la sala de la galería en un 'espacio íntimo', habitable. Eirís construye un espacio habitable; extrae su idea de vivienda, del pensamiento de Martin Heidegger y de la recién abolida ley holandesa para poder ocupar una propiedad, en la que se exigía al ocupa que llevara cuatro elementos del hogar: un colchón, una mesa, una silla y una planta. Eirís entiende esta idea como la definición de vivienda, los tres primeros elementos son necesarios para habitar, pero la planta aglutina a los otros tres elementos y simboliza el cuidado, Sorge (Heidegger). Habitaremos este espacio en cuanto que lo cuidemos.