Descripción de la Exposición Detrás del paisaje, del retrato, de la escena. Donde el biombo esconde sus tramas, las arquitecturas invisibles y las lógicas estructurales, queda la carne de la experiencia, los días, las horas. Queda tiempo y solo tiempo. Cuando esa temporalidad se empapa y penetra entre las aberturas del pincel, pidiendo paso y largas esperas, la obra de Quintana Martelo adquiere la mejor de sus posibles explicaciones. Son espacios familiares, reconocidos, personajes ausentes y escenas recreadas, que marcan los instantes de una pintura que progresa, que almacena etapas plegadas y abiertas en equilibrados niveles, que avanza para repensar, en la misma tarea del lector de diarios, el corredor de fondo o el observador del silencioso susurro del caracol. Su obra está trazada en relatos que se renuevan conscientemente -paisajes, naturalezas muertas, retratos- destinando las primeras impresiones al paseante pero reservando la lectura completa de su diccionario al público atento que observa y revisa todas las partes, las que muestra el biombo, las que leen lo cotidiano o aquellas que perduran en los márgenes. Todas esas fracciones, de carne que se disfraza de piel, de ventanas casi transparentes, de escenas imaginadas, de paisajes divididos, son elementos que definen su trayectoria y tildan muchas de las nuevas obras presentadas en esta exposición, puntos de seguimiento de historias contadas, precisamente, en continuidades de tiempos fraccionados: secuencias, dípticos, fragmentos. Detrás, una parte junto a la otra [...]