Descripción de la Exposición Isabel Ferrand nació en Portugal hija de un coronel de la armada portuguesa y de una ama de casa. Su infancia se desarrolló en distintas ciudades de Portugal, Guinea-Bissau y Angola, y desde el año 1984 vive en Holanda. Las niñas de la familia Ferrand, como muchas otras niñas portuguesas (y españolas), crecieron con hilos y alfileres, aprendiendo a coser, bordar y hacer puntilla. Mientras tanto, los niños jugaban con soldaditos de papel que habían recibido en una caja al nacer. El padre y los tíos de Isabel los coleccionaban, clasificaban, cuidaban y repartían entre los varones de la familia. En casa de los Ferrand, los soldaditos vivían en una habitación limpia y ordenada, y los hilos y alfileres se guardaban en una habitación distinta. Las primeras obras de Ferrand nacen de la necesidad de hacer visible lo invisible, de plasmar en un espacio aprehensible aquello que la mente con dificultad puede aprehender. ¿Cuánto mide un viaje de Lisboa a Luanda? ¿Cuántos soldados son 40.000 soldados americanos en Irak? En 'Lisboa-Luanda'(2003), Ferrand creó una imagen de tonos ocres y azulados de 2,2 x 17,65 metros. Los ocres tierra se amontonan en los dos extremos de esta obra y el azul marino, oceánico, invade los 16 metros centrales. Si nos acercamos un poco a ese mosaico o tapiz imponente, nos damos cuenta de que los colores son en realidad bobinas de hilo, un total de 24.303 bobinas de 300 metros de hilo cada una. La medida de un viaje transoceánico. En el museo militar de Lisboa encontramos la respuesta a la segunda pregunta: en un mural arrollador de 1,20 x 12 metros ('Batalha das Cores', 2004), Ferrand ha pegado uno a uno 40.000 soldados de papel de distintos colores formando un mar desordenadamente ordenado de ejércitos del pasado. Si las bobinas nos muestran las distancias vistas a través del universo femenino de la costura, los soldados nos acercan a las cantidades vistas desde el universo masculino del poder y la guerra. Hasta el momento, los universos vivieron separados, pero en la serie de los 'Encajes' (2004-2010) Ferrand combina sutilmente esos dos mundos. Primero nos hipnotiza de lejos con la belleza decorativa y frágil de los patrones femeninos, para que nos acerquemos a su obra y podamos descubrir qué se esconde en esas formas. La primera reacción de belleza se trunca cuando percibimos que aquellos colores vivos, aquella imagen harmoniosa, está compuesta por cientos de soldados armados. La confrontación, el desconcierto, la contradicción nos llena de preguntas, nos crea una incomodidad. Para responder a esa incomodidad Ferrand cita a Braque: 'Conformémonos con hacer reflexionar, no tratemos de convencer'. Desde los encajes de soldados, Ferrand saltó de vuelta al universo femenino cuando creó el vídeo 'Ajuar'(2010). En este film intimista de gran belleza, la artista se sumerge en la historia de las mujeres de su familia, en busca de las piezas más preciadas de sus ajuares y nos relata la relación de cada mujer con una de esas piezas. Los encajes de los ajuares nos sirven de pretexto para conocer historias personales que nos hablan de trazos culturales, de tradición y rituales, del paso del tiempo personal, generacional y universal. En cada pieza reconocemos la intención y la delicadeza con las que ha sido cosida y el cuidado con el que ha sido guardada durante años. Después de trabajar en el 'Ajuar', Ferrand descubrió casi por casualidad que encajes muy parecidos a los de su familia se encontraban también en ropas de las sacerdotisas brasileñas del culto animista del Candomblé. El pasado colonial de Brasil puede explicar el contagio de esa tradición, pero lo que fascinó a Ferrand fue que aquello que en Portugal llevaba haciéndose de la misma forma y con la misma intención durante siglos, en Brasil había evolucionado, había cobrado un sentido nuevo. En el video 'Damuroxó, a mestre dos bordados' (2010) una mujer de Salvador de Bahía nos explica cómo se hace el bordado más difícil: el Jazmín, y que cada bordado tiene un significado distinto. Las sacerdotisas siguen un largo proceso de aprendizaje que se refleja en la complejidad de los encajes que visten, y que ellas mismas han confeccionado. En las fotos que acompañan el vídeo, Ferrand nos presenta algunas de esas sacerdotisas confeccionando, mostrando o vistiendo sus ropas. Cada encaje nos desvela el estadio de instrucción manual de la sacerdotisa, su crecimiento dentro del sistema ritual y su posición dentro de la escalera jerárquica. En estas mujeres se unen distintos de los universos de Ferrand: las manualidades tradicionales femeninas, las estructuras de poder masculinas, las historias personales y su relación con la historia universal, la cultura, la distancia y el colonialismo. De la misma forma que Ferrand creó un lenguaje propio con los hilos de su madre y los soldados de su padre, trabajándolos durante años, esta vez ha dado con unas mujeres sacerdotisas brasileñas cuyas antepasadas esclavas tomaron los encajes de las amas portuguesas y las convirtieron en todo un lenguaje de rituales y jerarquía. Mientras Ferrand filma a éstas mujeres, puede que se esté encontrando a sí misma.
Exposición. 31 oct de 2024 - 09 feb de 2025 / Artium - Centro Museo Vasco de Arte Contemporáneo / Vitoria-Gasteiz, Álava, España