Descripción de la Exposición En las instalaciones de Javier Calleja (Málaga, 1971) se acumulan objetos diminutos con otros fuera de escala, mundos microscópicos con universos desmesurados, juguetes diminutos con mesas o cerillas hiperbólicas. Con alma de niño juguetón, Calleja arma un laboratorio caótico y surrealista que tiene la virtud de alterar la estructura de las estancias que ocupa y lograr que el espectador se cuestione su propia dimensión en el mundo que lo rodea. El malagueño se preocupa estéticamente por el contraste entre lo ínfimo y lo gigantesco y, a través de una propuesta divertida y lúdica, profundiza en la cuestión artística de la ocupación del espacio, acercándose y alejándose de las referencias convencionales y sugiriendo distancias y dimensiones desconocidas, no sólo físicas sino también intelectuales. Es a través de la mirada de un niño como mejor se aprecia el estímulo artístico de Calleja, un niño que se toma el juego muy en serio y que se sumerge decidido en el enigma de un universo geométrico que aspira a expresar la diversidad de la realidad de la que participa: en este gabinete de coleccionista, en los cuartos de recreo que imagina el malagueño, caben objetos de todas las formas, tamaños y colores; sólidos o de precaria estabilidad; pequeños muñecos de cabezas cúbicas; nubes y casitas de trazo infantil..., un abigarrado inventario de piecitas únicas desplegadas en un desorden dominado por la magia y la fantasía. En esta ocasión, invitado a encarcelarse entre las Cuatro Paredes del CAB, Calleja realiza una propuesta estrictamente pictórica, pero sin dejar de lado cierto sentido de la instalación que le es tan caro. Los materiales empleados son los tradicionales: pinceles, lápices, carbón, acuarelas, oleos, acrílicos..., pero se aprecia un nexo de unión con sus trabajos en tres dimensiones. Calleja afronta el reto que supone el proyecto Cuatro Paredes imaginando el espacio en blanco como si fuesen los muros de una caverna prehistórica, y concibe multitud de pequeñas pinturas independientes, que juegan con las alturas y su disposición en el plano igual que las piezas de sus instalaciones reconvierten el espacio y procuran al espectador una cambiante experiencia de la realidad. Todo ese mundo de formas, tamaños y colores guarda en su interior, a pesar de su apariencia caótica, una coherencia que nos habla de la difícil relación entre las artes y, también, del incómodo papel al que se ha visto abocado el artista en el mundo actual, en el que protagoniza una carrera de acumulación (de exposiciones, de premios, de ventas) que queda convincentemente reflejada en la obra del malagueño, que maneja con el mismo tino la ironía y el ánimo lúdico.
Exposición. 17 dic de 2024 - 16 mar de 2025 / Museo Picasso Málaga / Málaga, España
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España