Descripción de la Exposición Cristina Calderón y J. Paulete trabajan conjuntamente desde el año 2005. A lo largo de su trayectoria común han desarrollado en sus obras temas relativos al espacio doméstico, el entorno familiar y las relaciones interpersonales que en éste se generan: las escenas cotidianas y el habitáculo como contenedor de experiencias. Sus obras abordan la representación del hogar y la familia como un territorio de escenificación subjetivo. Pareja también en el ámbito personal, en estos años de trabajo común, han plasmado a partir del lugar que comparten, la casa, los sucesos vitales y emocionales que les envuelven. Celia, la mayor de sus dos hijos es el hilo conductor en esta exposición que nos sumerge en un terreno más aparentemente propio de la infancia, de los cuentos y de los juegos. La serie que da título a la exposición Cuentos para Celia, está abordada desde múltiples disciplinas: fotografías, vídeos, dibujos, video-esculturas, instalaciones. En las imágenes, adultos y niños comparten pequeños acontecimientos aunque parecen estar en capas de tiempos, situaciones y percepciones no siempre coincidentes. La artificiosidad con que se conciben las escenas responde al interés de plasmar mundos imaginarios o lúdicos a modo de cuento contemporáneo. En la exposición podemos ver un grupo de fotografías un tanto oníricas y coloristas con un carácter marcadamente escenográfico o teatral; una serie de dibujos a bolígrafo, a caballo entre la ilustración infantil y la fotografía social; un conjunto de vídeos en los que diminutos personajes infantiles están inmersos en universos interiores; una maqueta a escala 1/15, meticulosa reproducción del piso en el que viven, que incluye sonidos recogidos a lo largo de varios años en ese mismo espacio, convertido aquí en una casa de muñecas, con los muebles, objetos, espacios de trabajo e incluso reproducciones a escala de dibujos y fotografías que forman parte de la exposición y por último el vídeo titulado Los invencibles en el que ambos autores toman el disfraz -tan propio de los niños- para interpretar a varios estereotipos a modo de alter ego. A pesar de la ironía y el humor con que abordan estos personajes, logran evidenciar la precariedad con que muchos artistas enfrentan la conciliación de la familia que tienen a su cargo y su trayectoria profesional. El trabajo que desarrollan Calderón y Paulete en esta exposición conmueve por la ternura que se destila en sus producciones y al mismo tiempo, como ya nos tienen acostumbrados, nos angustia por la necesidad insatisfecha de superar algunos miedos o frustraciones.