Descripción de la Exposición Josep, era calmo, cadencioso. Desde una aparente soledad, miraba con ojos abandonados, siendo torre vigía. Inteligente, tenaz, parco en palabras, a veces parecía ausente, sin perder comba. De repente se le ilumina la cara con una sonrisa. Josep Guinovart (Barcelona 1927-2007) pertenece al escogido grupo renovador de la considerada segunda vanguardia de artistas catalanes, que fructificó tras el período de la postguerra civil. Son años de carestía, trabaja en la empresa familiar como pintor de paredes. Es un joven soñador. Su contacto con el mundo artístico local se produce apenas cumplidos los veinte años (1947-48) en el Saló d`Octubre, la galería Jardín. Celebra su primera exposición individual en las galerías Syra, junto a Miguel Villà. En este período frecuenta el Instituto francés, convertido entonces en centro impulsor cultural. Admira a Nonell, Picasso,... cuyas influencias percibimos en lienzos como 'Gitanas' c.1947, la serie 'Els braus',1950. Guinovart elabora en este tiempo otra serie dedicada al 'Circo' entregado a una estética del tipo 'magicista', que interesó a algunos colegas de Dau al Set, y a pintores que con posterioridad fundarían El Paso. A este momento guinovartiano, le sigue la etapa neo-dadaísta. Destacando la tela: 'Campo, 1952'. (Museo de Arte Contemporáneo de Alejandría). Un viaje a Madrid el año 1950 le hace descubrir en el Museo del Prado a los grandes maestros, quienes le causarán una honda impresión, fortaleciendo su vocación. Las etapas de su proceso evolutivo están señaladas por el magicismo, una figuración expresionista de tipo social, el esquematismo plástico, la abstracción, el realismo objetual, un periodo integracionista y un último ciclo que acoge con espíritu renovador todas sus experiencias anteriores. En 1952 disfrutó de una beca concedida por el Estado francés, trasladándose hasta París. Abre los ojos al cubismo, Cézanne, Matisse,... A su regreso en Barcelona comienza a colaborar con la revista Dau al Set (1948- 1952). Busca de una renovación plástica, basando su motivación en la denominada 'Escuela de Altamira', cuya fuente inspiradora fue el primitivismo prehistórico. Ese mismo año con la intención de impulsar una regeneración del panorama vanguardista en España, Guinovart funda el 'Grup Taüll', junto a Tàpies, Marcos Aleu, M. Cuixart, Jordi Mercadé, J. Muxart, y J.J. Tharrats. Al tiempo participa Guinovart en algunas exposiciones conjuntas del Grupo Silex (1955). El informalismo en Cataluña (como señala Gabriel Ureña) 'trata de aunar lazos con tres prácticas en auge en los años 50: Los nuevos descubrimientos científicos y tecnológicos, la filosofía existencialista y la literatura'. La cibernética, la exploración del interior de la tierra y fondos marinos impactaron en la sociedad catalana. Es razonable que los informalistas atendieran al universo estelar, las estructuras minerales,...llevándolo a su expresión plástica. Conviene no dejar en aras del olvido que la alusión del Informalismo era agudamente subversiva: La forma está condicionada a la materia. A partir del año 1959, emerge en las obras informalistas de Guinovart, la 'pintura de la materia', que por evolución lógica lo conduce a la esculto-pintura. Aparecen los contrastes matéricos, con la incorporación de tierras naturales, aplicando el color a campos texturales, y diversos objetos, con la intención de lograr el crecimiento volumétrico de la obra al superponer empastes. A partir de este momento Guinovart inicia su senda personal. CAMPO de SENSACIONES - La experiencia sensible Producto de una rebeldía sana, el artista trata de descifrar el mundo que le rodea aportando sus experiencias sensibles. Josep percibe la realidad de pintor desde la perspectiva de la visualidad y la experimentación vivida en un espacio y tiempo concretos, de modo parejo a su admirado Velázquez. Con este planteamiento corrobora su pertenencia a los pintores denominados pictóricos. En su quehacer, plasma tratando de transformar en obra de arte, todo aquello que le es próximo, con la intención de hacernos conscientes de los valores intrínsecos que aporta cada objeto a través de su presencia. Señalar que ya en 1948 realizó un óleo sobre papel y collage que viene a ser un preludio de los collages con tierras iniciados en los sesenta. En 1958 se propuso introducir técnicas experimentales al realizar 'Blat-collage' aplicando sobre papel maderas quemadas. Desde ese campo creado por el movimiento informalista, su afán experimentador aprovecha las ricas posibilidades de la materia, superponiendo a las superficies cromáticas, texturas y una serie de objetos realistas que a su vez colorea, añadiendo sensaciones realistas a las composiciones abstractas. Su motivación constante fue la 'búsqueda de lo misterioso' en aquello que se encuentra delante de nuestros ojos. En la presencia de lo cotidiano, nos propone tratar de ser capaces y saber 'ver' su lado enigmático. Para él, la lógica y la racionalidad no existían. La obra de arte se convierte así en un mero pretexto, que establece un diálogo con la realidad presente y con el pasado. Otras particularidades de nuestro artista fueron la ironía, la denuncia y la libre manipulación de la realidad con la intención de revelarnos el verdadero rostro de la vida. Él persiguió la realidad última, y transgresora, sin complejos. En ocasiones hizo de su pintura un arma de combate, de inconformismo y denuncia. El año 198 presentó en San Sebastián la serie 'Guernica'. Me hablaba entonces de su sentir triste y de repulsa del modo en que llegó el cuadro picasiano en 1981, 'para ser colocado en una urna' denunciaba. Otra de sus constantes vitales fue su compromiso ciudadano y de lucha por los más desfavorecidos. Puede que este sea el motivo de que la producción de Guinovart, guarde un contacto directo con la naturaleza y el sentir del hombre. Transcurre su infancia en Agramunt durante la guerra civil, y en Castelldefels, en el taller de pintura que fuera de su abuelo y de su padre y tíos. Va a encontrar Josep allí objetos domésticos y materiales, que acabarán siendo una referencia. También adquiere protagonismo el paisaje abierto que le brinda el azul del Mediterráneo. El azulete utilizado en el taller del abuelo, que él convierte en uno de sus tonos base. Es el caso de la serie: 'Tres días de azul y viento', inspirada en el paisaje de Llucmajor-Mallorca. Las tierras de Andalucía y las de Castilla mesetaria, hacen aflorar las gamas de tonalidades tostadas, rojizas y el siena. Siena y azul, tierra de interior y mar, tonos que tanto utilizó. En ese ahondar en la naturaleza, el artista labora con las virtudes de densidad de la materia, la tierra, arcillas, arena, piedras, granos de cereales, paja, madera,... relacionándolos con elementos industriales, bombillas, cuerdas, somieres, bidones, motos,... que junto al color palpitante aportan a su obra una impronta única. Su discurso aglutina ideas, sensaciones percibidas y reflexiones. En su quehacer se activa el contacto inmediato con las cosas, su dimensión lírica y dramática de la existencia. Las superficies con tierras configuran un territorio, entendido como un espacio que envuelve al hombre y lo sitúa ante la rememorización de sus propias vivencias. Así cada obra suya, queda convertida en metáfora de la naturaleza desde lo primigenio, hasta el instante actual. Estamos ante una trayectoria contundente, que desde su percepción realista inicial ha evolucionado coherentemente, aprovechando la asimilación de vivencias contradictorias y sensibles que se producen en el discurrir del quehacer existencial. Puede hablarse de un 'universo Guinovart', fiel a unas temáticas, con fórmulas y una elaboración personalísima, concretada en una expresión de realidades vitales. Por ello cada obra de Guinovart nos remite a tomar conciencia de nuestra propia existencia.
Exposición. 14 nov de 2024 - 08 dic de 2024 / Centro de Creación Contemporánea de Andalucía (C3A) / Córdoba, España
Formación. 23 nov de 2024 - 29 nov de 2024 / Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) / Madrid, España